LAS TUNAS.— La posibilidad de sustituir el diesel tecnológico por
aceite residual (desechado) procedente de los grupos electrógenos,
abre nuevas perspectivas aquí en función del ahorro, la
productividad y la eficiencia energética durante el proceso de quema
en los hornos de cerámica.
Adquirida
en la vecina provincia de Camagüey y adecuada a las particularidades
de la Empresa de Cerámica de Las Tunas (hornos de gaveta), esa
alternativa permite darle respuesta al principal problema que
durante años han enfrentado los trabajadores de la entidad: las
irregularidades con el diesel tecnológico, según afirma Gerardo
Marrero Resto, director.
Experiencias directas en talleres ubicados en los municipios de
Majibacoa y Las Tunas, confirman la factibilidad de esa solución
utilizando una proporción ligeramente superior de aceite, en
comparación con la cantidad de diesel que antes se empleaba.
Osaida Reyes, directora de la fábrica majibacoense y Alberto
Parra, mecánico allí, explican que tras la adición de un sistema muy
sencillo de filtros y resistencias (para elevar la temperatura del
aceite) los hornos trabajan perfectamente, no hay emanaciones dentro
o fuera de la instalación e incluso la calidad del producto final se
ha elevado con respecto a etapas anteriores.
Rogelio Céspedes, innovador, añade que al ser totalmente
"quemado" (gasificado) el aceite no corre el riesgo de ser vertido
en algún lugar inapropiado, o de provocar contaminación sobre el
suelo, las aguas o el medio ambiente en general.
Hasta el momento en que se iniciaron las pruebas tecnológicas ese
lubricante no tenía otro destino o "utilización" que su traslado
hacia depósitos de CUPET, cuya capacidad se veía cada vez más
limitada.
Su aprovechamiento en los hornos de cerámica ha permitido,
además, lograr mayor estabilidad laboral, incrementar el salario
entre los obreros y crear condiciones para aplicar sistemas de pago
según los resultados del trabajo.