La tierra sirve, y los hombres también

La Cooperativa de Producción Agropecuaria (CPA) Augusto César Sandino, del municipio villaclareño de Placetas, demuestra por sus resultados que es posible ser eficiente en la agricultura

Freddy Pérez Cabrera

Ni rastro queda ya de aquellos días oscuros en que los campesinos de la CPA Augusto César Sandino andaban cabizbajos y angustiados ante los pobres resultados de su cooperativa, que la llevaron a tener pérdidas superiores a los 17 000 pesos.

Cuadros como Arturo Sotuyo, que predican con el ejemplo, siempre dan un impulso especial.

"Entonces nada funcionaba bien, en especial la dirección, que administraba muy mal los recursos y no era ejemplo para nadie", dice José León, un hombre que no obstante sus 72 años, aún permanece aferrado al surco.

Todo comenzó a cambiar el día en que eligieron como presidente a Arturo Sotuyo, un joven de apenas 22 años. "Recuerdo cuando nos convocó al pie de un surco para hablarnos con el corazón. La única demanda fue que los incapaces de acompañarlo en la empresa no entorpecieran sus planes. No prometió mucho, solo pidió trabajar sin mirar para atrás."

Al otro día los campesinos de la Sandino notaron que algo extraño pasaba en Sabanilla. El presidente se había colgado una guataca al hombro para acompañar a sus hombres. Algunos dijeron: escobita nueva barre bien, eso pasa. Desde entonces esperan que a Arturo se le acabe la gasolina, y al parecer, como dijo León, el hombre echó de 94 octanos y anda a tanque lleno porque es incansable.

Jóvenes como Misael sostienen el prestigio de la CPA de Sabanilla.

Al cabo de un mes ya afloraban algunos resultados. Por los menos las tierras estaban limpias y la mayoría de ellas sembradas. Al final de aquel año 1987, para sorpresa de la mayoría, la CPA no tenía pérdidas, y hasta los días de hoy en que, por sus méritos económicos y productivos, constituye referencia obligada para el resto del movimiento campesino en el país.

LA RUTA DEL ÉXITO

José Luis Sotuyo es campesino fundador de la CPA de Sabanilla. Mientras arranca posturas de col en el organopónico, hace un alto para expresar que la clave de los resultados de la cooperativa ha estado en la unidad lograda por el colectivo, en el cual las decisiones son tomadas de manera conjunta.

"Antes me resultaba pesado venir a trabajar, estaba desanimado, no veía los avances. Incluso, hubo un momento en que se pensó en desintegrar la cooperativa, hasta que Arturo asumió la tarea y nos convocó a laborar duro. Esa frase de Raúl ´Sí se puede´ yo creo que nació aquí", expresa el labriego.

La estabilidad de la fuerza de trabajo es una de las razones de los éxitos de la CPA.

"Recuerdo que un gran problema era la inestabilidad de la fuerza de trabajo. Años atrás habíamos iniciado la construcción de casas para los cooperativistas, sin embargo, la obra se paralizó por diferentes razones, hasta que llegó el nuevo presidente y gracias a su acertado desempeño en un mes aparecieron los materiales para terminar varias viviendas.

"Ahora aquí hacen cola para trabajar. Cuando se retira un campesino ya el reemplazo está oyendo la conversación. Y eso de que los jóvenes no pegan en el campo es teoría. Usted sabe cuántas familias laboran en la Sandino, como 12. A veces están el abuelo, el padre y el hijo, y así el relevo está garantizado".

Según Misael Pino, la atención al hombre ha tenido mucho que ver en los éxitos. "Antes ganábamos cuatro pesos diarios y ahora puede ser entre 50 y 60, si tenemos en cuenta el salario y los ingresos por otros conceptos. Y al final de año todo el mundo recibe entre 7 y 9 000 pesos.

"Con ese estímulo, más la comida que nos venden —15 quintales de arroz y tres de frijoles en el año; 10 libras de carne de cerdo mensual, así como la vianda, las hortalizas y la leche diaria—, oiga hay que ser muy mal agradecido para no trabajar bien aquí", asegura Misael.

EL CAMINO DE LA DIVERSIFICACIÓN

La CPA Augusto César Sandino nació como una cooperativa cañera, identidad que mantiene logrando los mejores rendimientos de la provincia y uno de los más sobresalientes del país, con 67,5 toneladas por hectáreas, razón por la cual ha recibido la medalla de oro en la producción cañera en los últimos tres años.

También ha incursionado con éxito en otros renglones como la cría de cerdos, carneros y la ceba de 100 toros. Además posee 169 vacas que el pasado año aportaron 50 000 litros de leche, cifra que pretende superar con las nuevas tierras recibidas a fin de potenciar la ganadería.

Asimismo, en las 750 hectáreas de tierra con que cuenta la cooperativa, son fomentados cultivos como el arroz, los frijoles, la frutabomba, el tomate, la cebolla, la col y la yuca, entre otros, los cuales han contribuido a que la Sandino obtenga ganancias superiores al millón de pesos y que durante los últimos 22 años haya sido rentable, con un costo por peso de 0,46 centavos.

En estos resultados ha influido, según el presidente, la aplicación consecuente del sistema de pago por rendimiento, además del respeto a la doble jornada y a la política del multioficio.

Razón tenía el presidente de la ANAP, Orlando Lugo Fonte, cuando en visita reciente a la CPA de Sabanilla, expresó que en la Augusto César Sandino las tierras servían y los hombres también, recordando la conocida frase de nuestro Héroe Nacional José Martí que hace referencia a los labriegos.

 

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