Los judocas Yanet Bermoy y Oscar Braison brillaron en los tatamis
internacionales y nacionales en el 2009, y tuvieron su recompensa
con la nominación entre los 10 mejores del año en Cuba.
La pequeña cienfueguera Bermoy, de los 52 kilogramos, y el
supercompleto camagüeyano Braison (+100), resultaron piezas claves
en el éxito del judo, que acumuló 39 medallas, repartidas en 20 de
oro, ocho de plata y 11 de bronce, bajo la dirección de los
profesores Ronaldo Veitía y Justo Noda.
Bermoy, de 22 años de edad y estudiante de segundo año de la
Licenciatura en Cultura Física, aportó nueve preseas (5-1-3), con
destaque en el metal plateado en el Campeonato Mundial de Holanda, y
títulos en el Villa de Arlón, en Bélgica y el Panamericano de
Argentina.
También subió a lo más alto del podio en el Judoguis Dorados, los
III Juegos del ALBA y el certamen nacional.
El botín de Braison, de 24 años y estudiante de primer año en
Cultura Física, fue mayor, pues conquistó un botín de 13 (8-3-2), en
el que también resalta su condición de submonarca mundial en la cita
holandesa y el Grand Prix de Alemania y el bronce del Grand Slam de
Japón.
Las coronas las consiguió en el panamericano (+100 y libre),
torneo internacional de Argentina (+100 y libre), Copa Simón Bolivar
(+100 y libre), los III Juegos del ALBA (+100) y el internacional
José Ramón Rodríguez (+100).
Otra con protagonismo en el accionar del judo cubano es la
supercompleta pinareña Idalis Ortiz (+78), pero el color de su
medalla (bronce) en el mundial holandés la dejó fuera del selecto
listado de los 10 mejores deportistas de Cuba, copado por
subcampeones de diversas disciplinas.