Cuando el corazón cuenta la historia

Joel Mayor Lorán
Joel@granma.cip.cu

¡Qué mejor máquina del tiempo que una clase como esa! Basta advertir la maravilla en la mirada de los niños. De veras les interesa y hasta consiguen imaginarse cómo era José Martí, tras escuchar sobre el encuentro con su madre momentos después de los sucesos en el teatro Villanueva y los versos dedicados a Leonor. La profesora Silvia Rodríguez adora contar esas historias, lo hace con el corazón.

Silvia en una de sus clases demostrativas.

Por eso, 20 años atrás comenzó a impartir clases y eligió la asignatura que se relacionaba, no solo con sus estudios universitarios, sino con la pasión por epopeyas y héroes. La primera vez frente a un aula aún no terminaba el pre, pero hacían falta maestros para la secundaria y se incorporó a una brigada pedagógica nombrada Conrado Benítez.

De todos modos, esta prestigiosa maestra del municipio habanero de Madruga, actualmente metodóloga municipal, siente nostalgia de haber alfabetizado o integrado los primeros contingentes del Destacamento Pedagógico Manuel Ascunce.

"Pienso en las situaciones tan difíciles en que aquellos muchachos fueron capaces de desarrollar un proceso tan bonito. Además, cuando sabemos de nuestros jóvenes que están alfabetizando en otros países siento nostalgia doble, por no haber participado entonces y no poder ahora, pues ya los años no lo permiten.

"Sin embargo, un maestro que ame su profesión puede hacer de su clase algo tan hermoso como aquello. Solo hace falta amor para llevar adelante cuanto uno se proponga".

Silvia reconoce que la propia añoranza por bellos momentos pasados pudo haberla inclinado por la carrera de Historia.

"Dice el profe Horacio Díaz Pendás que recordar es volver a pasar por el corazón. Cuando abordamos en clase la campaña de alfabetización y otros momentos de la historia pedagógica de Cuba, añoramos haber estado en el aula de Félix Varela, haber sido estudiantes de José de la Luz y Caballero; yo hubiera querido ser alumna de José Martí.

"Historia es una asignatura esencial, no solo para el conocimiento sino también para la vida. Quien no la conoce no sabe dónde están sus raíces, ni hacia dónde va. En estos tiempos de crisis económicas mundiales que se repiten, cuando empeora la situación de las grandes masas, es muy importante que cada uno sepa cómo defender esta identidad nacional amenazada por la globalización neoliberal y la política de las grandes potencias.

"Una clase de Historia, más que retornar al pasado o vivir ahora aquellos tiempos, es un viaje al futuro: solo si pensamos en el porvenir podremos formar seres capaces de perfeccionar esta sociedad.

"¿Si pudiera recomenzar? Escogería la secundaria otra vez. La elegí hace 22 años y no renunciaría a ella por nada. Ese tiempo difícil, de cambios en la adolescencia, de rebeldías y hasta de anarquismos, es el mejor momento para que un estudiante consiga entender la bravura y la grandeza de cuantos han hecho posible la historia de Cuba.

"¿El aula? Es lo que más extraño. Todavía me desvelo. Mi mayor sueño es regresar un día al aula, con mis estudiantes, para formar en ellos la cultura general integral que tanto necesitan nuestros jóvenes".

A fin de saber bien cómo es Silvia, pudiera recurrirse a la satisfacción de otros profes cuando asisten a una de esas clases demostrativas en las que emplea gráficas de tiempo, textos interesantes, periódicos, mapas, tarjetas, juegos... pero no hay nada como el cariño con que sus alumnos de varias generaciones hablan sobre ella.

Nada le enorgullece como ir por las calles, y que esos hombres y mujeres ya médicos, ingenieros, maestros... cuando la saluden, todavía la traten de usted y le pregunten: ¿Cómo está, profe?

Ella sembró una semilla y está convencida de que germinará, así como confía en los profesores jóvenes como continuadores de la obra educacional. "Pero los de otras generaciones desempeñamos un papel fundamental, no solo en su orientación y preparación, sino también en el ejemplo que hemos de transmitirles".

Y como este trabajo periodístico pretende ser un homenaje a todos los educadores cubanos, me pide mencione a cinco maestros que admira: "Félix Varela, José de la Luz y Caballero, José Martí, Ernesto Che Guevara y el gran maestro con el cual los cubanos tenemos la suerte de contar, Fidel. No tengo un modo de saber si él leerá la entrevista, pero me gustaría a través de esta enviarle una felicitación por el Día del Educador".

 

| Portada  | Nacionales | Internacionales | Cultura | Deportes | Cuba en el mundo |
| Opinión Gráfica | Ciencia y Tecnología | Consulta Médica | Cartas | Especiales |

SubirSubir