Ricardo
Cabrisas, vicepresidente del Consejo de Ministros y Homero Acosta,
secretario del Consejo de Estado, asistieron hoy a la inauguración
del Planetario donado por Japón a Cuba.
Al acto, en la Plaza Vieja del centro histórico de La Habana,
asistieron también José Miyar Barrueco, titular del Ministerio de
Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente y Masuo Nishibayashi, embajador
de Japón, entre otras personalidades.
El diplomático nipón expresó que espera que este moderno centro
contribuya a profundizar los conocimientos del pueblo cubano y
funcione por mucho tiempo como símbolo de las relaciones entre los
dos países, cuyo 80 aniversario se celebran este año.
Dijo que desde 1999 su país ha desarrollado con la Isla nueve
proyectos de colaboración similares a este, espera seguir
promoviendo otros muchos y recordó que un día como hoy se
intercambiaron notas sobre el Acuerdo de Comercio y Navegación entre
ambas naciones.
Anunció que Koichi Wakata, primer astronauta japonés viajará a
Cuba en enero próximo y visitará el nuevo Planetario, donde
impartirá dos conferencias magistrales.
Eusebio Leal, Historiador de Ciudad de La Habana, aseguró que
este proyecto contribuirá de manera efectiva a profundizar las
relaciones bilaterales y desde ya es un símbolo de una urbe
consagrada patrimonio de la humanidad.
Subrayó que el mundo asiste al fracaso de la reciente Cumbre de
Naciones Unidas sobre el Cambio Climático por la incomprensión
generada por el egoísmo, situación muy dramática para Japón y Cuba
por ser ambos países insulares, muy sensibles a la elevación del mar
y a los desastres meteorológicos.
Destacó que este planetario es una llamada de atención para
cuidar a la naturaleza y al mundo, desde donde se podrá observar al
infinito con amor y reiteró el agradecimiento al país del sol
naciente por su generoso gesto, así como a todos quienes
contribuyeron a que fuera posible.
El astrónomo Oscar Álvarez Pomares guió un recorrido por la
moderna instalación, única en su tipo en el mundo por su
concepto general y que permite un recorrido por los 13 mil 700
millones de años del universo, a partir de su nacimiento con el
llamado big bang, acontecimiento que se representa de forma
espectacular.
A una escala de uno en 120 millones se puede apreciar el sol, los
planetas, satélites y cometas, al subir una pasarela de 71 metros
que da paso a un teatro cósmico, en cuya cúpula se puede disfrutar
de un recorrido por el cielo nocturno, desde la época del
surgimiento del universo hasta nuestros días.
Próximamente la Dirección de Patrimonio Cultural de la Oficina
del Historiador promoverá un sistema de reservas que permitirán a
instituciones educacionales, familias y personas programar una
visita a esta institución consagrada a la cultura y ciencias
universales.