General
de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente del Consejo de Estado y de
Ministros,
Compañero Ricardo Alarcón de Quesada, Presidente de la Asamblea
Nacional
Compañeras y compañeros diputados:
El año 2009 termina dejando una huella de significado excepcional
en lo que a sucesos económicos se refiere. En él descargó sobre la
economía mundial la crisis económica más profunda y abarcadora
ocurrida en los últimos casi 80 años y probablemente la más compleja
de todas las que el capitalismo ha experimentado en cerca de dos
siglos de crisis recurrentes.
En una economía mundial altamente globalizada cuyo significado no
es más que una estrecha interconexión entre todas las economías
nacionales vinculadas al mercado mundial, nuestro país no pudo
evitar sufrir su fuerte impacto, a pesar de que ninguna
responsabilidad tenemos en su gestación o en su estallido, ni
tampoco podemos evadirla o decretar su fin, pues ella se basa en
profundas contradicciones del capitalismo agravadas por políticas
neoliberales de especulación desenfrenada.
Sobre la economía cubana actuaron en el año 2009 tres poderosos
factores adversos: la crisis económica global que derrumbó el precio
del níquel, redujo los ingresos del turismo, disminuyó el acceso a
financiamiento externo, entre otros efectos adversos; la
persistencia del bloqueo económico que bajo la cosmética apariencia
de relajamiento, mantuvo vigente su elaborado mecanismo de
prohibiciones y acoso a nuestra economía, y los estragos ocasionados
en el pasado 2008, por tres huracanes que nos azotaron y que aún
demandan gastos extraordinarios.
En esas excepcionales condiciones el pequeño crecimiento del PIB
de 1,4%, distante del 6% planificado, debe valorarse en el contexto
de lo sucedido en la economía mundial y en especial, en la de
América Latina y el Caribe en el año que finaliza.
A nivel mundial el crecimiento económico será negativo en
alrededor de 1% y lo será también en diverso grado en los países
desarrollados. En América Latina los países que tendrán crecimiento
positivo —Cuba entre ellos— son apenas la mitad de los países de la
región. En algunos casos como el de México el PIB se reduce en 6,7%,
en tanto que el resultado promedio para la región es un
decrecimiento de 1,8%.
En términos económicos el año 2009 ha sido tenso y difícil para
nuestro país, aunque en nuestro caso se logró un pequeño crecimiento
y con especial importancia, se mantuvo la estabilidad del país, los
logros sociales de avanzada no retrocedieron, el ALBA del que Cuba
es miembro fundador se fortaleció, se profundizaron las excelentes
relaciones con China, cuya economía demostró su poderío en el
enfrentamiento a la crisis global e incluso durante el año se
registró la disposición de un número creciente de países para
establecer o ampliar las relaciones económicas, políticas y
culturales con Cuba.
Es impresionante el doloroso impacto social que la crisis global
ha descargado sobre el mundo, pero no es menos impresionante que la
Revolución Cubana —luchando en severas condiciones de restricciones
financieras— haya protegido a nuestro pueblo e impedido que Cuba
fuera escenario de los desastres sociales que han ocurrido en países
desarrollados y subdesarrollados.
Ese impacto mundial pudiera sintetizarse en una cifra entre 250 y
300 millones más de pobres que en diciembre de 2008, no menos de 50
millones de de-sempleados adicionales a los que había entonces, un
incremento de 167 millones de hambrientos para hacer alcanzar esa
condición a 1 020 millones de personas en comparación con los 853
millones que se registraban hace un año. En América Latina la crisis
económica borró este año los avances en la reducción del número de
hambrientos que se habían alcanzado en los 15 años anteriores.
Una estadística dramática en la que se combinan la crisis
económica, el subdesarrollo y la criminal indiferencia de los
opulentos, es la que señala la probable muerte anual entre 2009 y
2015 —debido a los efectos ya registrados de la crisis global— de
entre 200 mil y 400 mil niños de hasta 5 años de edad, especialmente
en África. Significa que morirían en ese lapso, entre 1,4 millones y
2,8 millones de niños asesinados por la crisis capitalista, mientras
se destinan no menos de 12 millones de millones de dólares para
rescatar bancos y entregar multimillonarias recompensas a
especuladores fracasados.
En nuestra región latinoamericana y caribeña, el volumen de las
exportaciones descenderá 11%, su peor resultado en 72 años, mientras
que las importaciones caerán 14%, el peor resultado en 27 años. Las
filas de los pobres aumentaron en 9 millones y las de los indigentes
en 5, en tanto que los desempleados aumentaron en 2,5 millones hasta
alcanzar la cifra de 18,4 millones.
Durante el año el manejo de la economía cubana enfrentó el duro
reto de operar en medio de una aguda restricción financiera,
proteger a la población, asegurar la estabilidad esencial del país,
preparar condiciones para retomar el crecimiento económico en
circunstancias más propicias, y hacerlo adoptando decisiones de
valor permanente tanto para enfrentar la crisis coyuntural como para
proyectar el desarrollo económico-social a mediano plazo.
Fue necesario efectuar dos procesos de ajuste al Plan de la
Economía Nacional, basados en principios como revisar la totalidad
de los gastos previstos para no gastar más allá de lo que permiten
los ingresos, revisar las inversiones para concentrarlas en aquellas
que aporten ingresos en divisas en el corto plazo y sustituyan
importaciones, disminuir los inventarios en atención a los ciclos de
rotación y considerarlos como fuente del Plan, dar prioridad a las
producciones o servicios que generen ingresos por exportaciones y
reducir los gastos sociales hasta niveles compatibles con las
posibilidades de la economía, impulsar la sustitución de
importaciones movilizando el potencial existente, aunque todavía no
aprovechado.
Los diputados tienen en su poder el Informe sobre los resultados
económicos del año 2009 y perspectivas para el 2010 elaborado por el
Ministerio de Economía y Planificación, el que contiene cifras e
informaciones que ilustran lo ocurrido en el año y me liberan de
repetirlas, pero una de ellas merece destacarse y es el descenso de
la productividad del trabajo, la cual tiene entre sus principales
causas el viejo problema del empleo superfluo o exceso de plantillas
en muchas actividades del país.
Otros resultados del año 2009, obtenidos en dura lucha, fueron el
incremento del 4,3% en la producción de leche a partir del estímulo
a su producción, lo cual permitió ahorrar la importación de 2,300
toneladas de leche en polvo, la disminución en 4% del consumo de
combustibles, el reordenamiento de las transportaciones de cargas y
la remotorización, las medidas aplicadas para el ahorro de
electricidad en el sector estatal que evitó el gasto de 70 millones
de dólares, la solución al 95% de las zonas de bajo voltaje, el
avance exportador y la elevada productividad del sector de la
biotecnología y la industria farmacéutica, el aumento de la densidad
telefónica y la digitalización en el país, la continuidad en el
trabajo del programa hidráulico, el inicio satisfactorio del curso
en todos los niveles de enseñanza, el creciente despliegue de la
cultura en todo el país y la celebración de importantes eventos
culturales.
Aun en medio del embate de la crisis global y de la copiosa lista
de desgracias sociales ocurridas en el mundo en el año que termina,
la tasa de mortalidad infantil en el primer año de vida fue de 4,7
por mil nacidos vivos, la esperanza de vida al nacer es de 78 años y
el estado no escatimó esfuerzos ni gastos para combatir la influenza
A H1N1 y el dengue.
En el año 2010, en el cual nos proponemos alcanzar un crecimiento
de 1,9% del PIB, ligeramente superior al del año actual, el
escenario de la economía mundial está dominado por la incertidumbre
ante el curso posible de la crisis global.
Aunque el mensaje mediático dominante sostiene que la
recuperación ha comenzado en Estados Unidos y en los países
desarrollados de Europa y Asia, la crisis está lejos de haberse
borrado, los síntomas de recuperación son vacilantes y están
mezclados con un peligroso repunte de la especulación financiera
utilizando los mismos paquetes de rescate lanzados por los
gobiernos, e incluso existe la posibilidad de una nueva caída
abrupta o de un estancamiento con crecimientos alrededor de cero,
que se mantenga con carácter crónico durante varios años.
Esta crisis global, la más compleja en la historia del
capitalismo, no es sólo financiera sino energética, ambiental,
alimentaria, social y no responde a los clásicos patrones de una
rápida y vigorosa recuperación después de finalizada la fase de
crisis.
El escenario para el 2010 es de incertidumbre para todos en la
economía mundial y es a partir de esta realidad objetiva y del
análisis concreto de nuestras condiciones, que se ha elaborado el
Plan de la Economía Nacional, teniendo en cuenta que las
restricciones financieras continuarán presentes.
El Plan cuyos lineamientos esenciales se presentan a esta
Asamblea, incluye variadas acciones para operar en esas complejas
circunstancias, entre ellas, la aplicación de esquemas cerrados de
financiamiento en divisa que permitirán disponer de dicho
financiamiento sin subordinarse a otras actividades en los casos del
níquel, la biotecnología, el turismo, la aviación, las
telecomunicaciones, el ron y el tabaco, entre otras. La sustitución
de importaciones en general, y de los alimentos en particular deben
incrementarse en respuesta a las necesidades del país, así como el
desarrollo de la agricultura suburbana.
No debe aumentar el consumo de combustibles y será necesaria
mayor disciplina y rigor en la preparación y ejecución de un plan de
inversiones cuidadosamente concebido, de modo que no podrán
iniciarse aquellas que no tengan definido su financiamiento o no
estén incluidas en el Plan y deberán amortizarse todas las que
puedan hacerlo a partir de los ingresos o de los ahorros que
generen.
El Presupuesto del Estado enfrentó también en 2009 las
complicadas condiciones de funcionamiento de la economía. No
obstante, el déficit fue inferior en 826 millones de pesos al que
esta Asamblea estableció en la Ley aprobada y representó el 4,8% del
PIB, inferior al 6,7% registrado en 2008. Esto fue posible debido a
la acción coordinada entre los Ministerios de Economía y
Planificación y el de Finanzas y Precios, con la participación de
todos los Organismos de la Administración Central del Estado y los
Consejos de la Administración Provinciales, para reducir gastos en
consonancia con los ajustes hechos al Plan.
El proyecto de Presupuesto del Estado presentado se propone
reducir el déficit presupuestal hasta 3,5% del PIB, aplicando varias
medidas para lograrlo, como la transformación de algunas unidades
presupuestadas en empresas, la disminución en un porcentaje de 3,5
de los gastos corrientes de la actividad presupuestada, la
disminución del subsidio por pérdidas y el no financiamiento por el
presupuesto de las inversiones de la actividad empresarial, las que
deberán basarse en créditos bancarios.
La Comisión de Asuntos Económicos recomienda a la Asamblea
Nacional la aprobación de los Lineamientos para el Plan de la
Economía Nacional y el proyecto de Presupuesto del Estado, en la
convicción de que ellos serán instrumentos de fundamental
importancia para enfrentar con éxitos los intrincados de-safíos que
en el próximo año continuarán planteados al desarrollo económico y
social del país.
Nos acercamos al año 2010, en el que muchos millones de seres
humanos continuarán sufriendo bajo la perversa combinación de crisis
económica capitalista, subdesarrollo y depredación de las
condiciones para la vida por la agresión profunda al medio ambiente.
Esos tres ingredientes expresan los límites históricos del
capitalismo y la imperiosa necesidad de sustituirlo por el
socialismo, como la única fórmula capaz de salvar a la especie
humana.
Los cubanos llevamos medio siglo en la avanzada por la
construcción de un mundo mejor. Por hacerlo hemos encarado el
repertorio de agresiones que el imperialismo reserva para los
verdaderos revolucionarios. Él pretende retornar al casino
financiero sin preocuparle el terrible costo humano de las crisis,
continuar saqueando al subdesarrollo y engordando de él, insistir en
tratar a la naturaleza como una mercancía y colocar a la codicia del
mercado por encima de la vida misma de los humanos.
En medio de estos dilemas en que se pone en juego el futuro de la
Humanidad, los cubanos estamos del lado de los que aman y
construyen, de los que son solidarios y creen en la utilidad de la
virtud.
Para imponernos a los duros retos que la coyuntura económica
internacional nos plantea contamos, entre otras cosas, con sólidos
recursos humanos educados por la Revolución, incluidos nuestros
jóvenes que en pocos meses efectuarán el Congreso de su organización
de vanguardia, la cohesión política de nuestro pueblo y nuevos lazos
de provechosa integración con los países del ALBA. Estamos en
condiciones no sólo de resistir, sino de continuar el desarrollo
económico y social.
El desafío que en lo económico plantea el próximo año no es menor
al que hemos sorteado en el actual, pero disponemos del recurso
supremo de una Revolución profunda, cimentada en la justicia social,
en la defensa de la soberanía y la dignidad de la nación y conducida
como en tantas batallas victoriosas por los compañeros Fidel y Raúl.
Muchas gracias.