NACIONES UNIDAS, 21 de diciembre (PL) — Aunque muy distante del
criterio generalizado sobre el fracaso de la Cumbre de Copenhague,
el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, admitió hoy que el
foro no alcanzó los objetivos propuestos.
Sin embargo, apuntó que la conferencia representó un inicio
esencial hacia un acuerdo en la materia, a pesar de no alcanzar sus
objetivos ni llegar todo lo lejos que muchos esperaban.
En su primer contacto con la prensa acreditada en esta sede tras
regresar de Dinamarca, el máximo responsable de Naciones Unidas
abogó por continuar el trabajo hacia un pacto legalmente vinculante
sobre el cambio climático.
Estimó que el cuestionado acuerdo -elaborado e impuesto por un
reducido grupo de países de los 192 que asistieron al cónclave-, es
la base para un convenio global que permita reducir las emisiones de
gases contaminantes.
Dijo que ya estableció relación con el presidente de México,
Felipe Calderón, cuyo país acogerá el año que viene la próxima
Cumbre sobre el tema, para trabajar de manera conjunta.
Acerca de la abrumadora crítica a los procedimientos utilizados
en la conferencia, Ban Ki-Moon argumentó que la complejidad de la
negociación impidió la participación de todos los países de la ONU.
Al respecto, anunció la creación de una comisión para estudiar lo
sucedido en Copenhague y dinamizar el proceso de negociación.
Asimismo, reconoció que la decisión elaborada en Copenhague de
limitar a dos grados centígrados el aumento de la temperatura global
no satisface las conclusiones de los científicos.
Pero sin ese compromiso enfrentaríamos una elevación de hasta
seis grados, dijo para justificar una medida rechazada por los
pequeños Estados insulares, los más vulnerables al calentamiento de
la tierra y que exigen una cota de 1,5 para evitar ser invadidos por
el mar.