El líder del Partido
Demócrata, Pier Luigi Bersani, manifestó su disposición de dialogar
con el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, sobre reformas
judiciales y constitucionales.
Bersani, quien es objeto de fuertes presiones, aceptó hablar de
una reforma de la Constitución para revisar las funciones del
gobierno y del parlamento, pero no para convertir a Italia en un
país de corte presidencialista, como pretende Berlusconi.
Estamos dispuestos a discutir, pero estamos en contra de las
leyes hechas por una persona. Para nosotros sería una señal
maravillosa de distensión debatir sobre un acuerdo de legislación
para los jóvenes en el mercado laboral", agregó.
Massimo d Alema, ex primer ministro y padrino político de Bersani,
aseguró que "tiene sentido pactar un tejemaneje por el bien del
país. Más vale una ley para proteger al mandatario, que aprobar otro
proyecto de la derecha (la norma del proceso breve), que salvaría a
miles de potenciales delincuentes.
Sin embargo, el Primer Ministro pretende condicionar el diálogo
con la oposición al vetar la participación de sus críticos más
acérrimos, que según él son "fomentadores de la violencia".
Analistas opinan que el gobernantd intenta sacar provecho de una
reciente agresión, y presiona a los líderes de la izquierda para que
apoyen las reformas legales propuestas en beneficio propio.
En tal sentido, el partido Unión de Centro ya tomó la delantera y
ultima un acuerdo con la derecha sobre el proyecto del denominado
legítimo impedimento, una ley que permitiría a Berlusconi evadir los
dos juicios pendientes por corrupción, alegando la importancia de
sus compromisos institucionales.
Este proyecto de ley le serviría de escudo al Primer Ministro
hasta que se aprobara una segunda norma, al estilo de la ley Alfano
derogada en octubre por el Tribunal Constitucional, que le concedió
impunidad ante la justicia.
Para cumplir con los requisitos de la Corte, la norma tendría
esta vez rango constitucional y precisaría del apoyo de los dos
tercios del parlamento o de un referéndum.
El presidente de la República, Giorgio Napolitano, denunció hoy
la falta de un clima favorable entre la mayoría parlamentaria y la
oposición para lograr un consenso sobre las reformas, y reiteró la
necesidad de fomentar una mayor cohesión entre las instituciones y
el mundo de la política.