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España-2009: un año marcado por la crisis económica

Al margen de las turbulencias políticas, que no fueron pocas, España despide 2009 sumergida en su peor crisis económica en décadas, tendencia que se mantendrá más allá de la primera mitad de 2010 con una agudización del desempleo, reporta Prensa Latina.

El año a punto de concluir estuvo marcado por un agravamiento de la debacle financiera en el país ibérico que, pese a la mejora en algunos de sus indicadores económicos, se mantiene anclado en la recesión y con una subida espectacular de la desocupación.

Oficialmente, la economía española entró en recesión en el cuarto trimestre del 2008, tras caer un 1,1 por ciento.

Desde entonces, el sector de la construcción ha sido uno de los más perjudicados por la crisis debido al fin del llamado boom inmobiliario y a la posterior caída de las ventas.

Los efectos de la crisis económica también tuvieron un fuerte impacto en el sistema financiero español, que obligó al Estado a la intervención de numerosas entidades bancarias.

Según cifras oficiales, el ejército de trabajadores cesantes siguió creciendo en 2009, que termina con tres millones 808 mil 353 personas en la calle.

Sin lugar a dudas, la desocupación se convirtió en el principal dolor de cabeza del gobierno del presidente de José Luis Rodríguez Zapatero, que prevé un incremento del paro de 18,9 por ciento en 2010.

Sin embargo, las proyecciones de la Comisión Europea (CE) para el año venidero son más pesimistas, al estimar que el desempleo trepará en España hasta alcanzar el 20 por ciento de la población activa, por lo que superará los cuatro millones de parados.

Las previsiones del ejecutivo de la Unión Europea (UE) fueron incluso más lejos y vaticinaron que esta nación será la última de la zona euro (los 17 países que comparten esa divisa) en entrar en la senda de la recuperación.

El organismo comunitario espera que la economía española vuelva a crecer en 2011, cuando su Producto Interno Bruto (PIB) alcance 1,0 por ciento, aunque la tasa de paro ese año podría alcanzar 20,5 por ciento.

A finales de noviembre del corriente, la CE, con sede en Bruselas, mantuvo su perspectiva de un descenso de 3,7 por ciento del PIB para el presente año y una contracción de 0,8 por ciento para los próximos 12 meses.

De acuerdo con esos vaticinios, la economía del país ibérico saldrá de la recesión en el tercer trimestre de 2010, un año más tarde que la eurozona de los 17 y la UE de los 27.

En su más reciente informe sobre empleo, la CE advirtió a la administración Zapatero que si no logra frenar la subida del paro, cuya tasa duplica la media comunitaria y es la segunda más alta de la UE, la pobreza se extenderá durante los próximos años.

La propia Bruselas calificó además de dramática la desocupación juvenil en España, la cual se sitúa ya en 41,7 por ciento de la población económicamente activa.

El desempleo es un impulsor clave de la pobreza en España, por lo que poner freno a la destrucción de más puestos de trabajo será vital para evitar que ese flagelo se extienda en los venideros años, recalcó el documento.

Diversos estudios aseguran que de de un total de 46 millones 662 mil habitantes que tiene España, poco más del 20 por ciento de la población (9,3 millones de personas) vive en la pobreza.

Referencias de una crisis que Zapatero omitió recientemente en su Informe Económico 2009, en el cual, sin embargo, vaticinó la vuelta inminente al crecimiento de la economía española.

A su juicio, el país ibérico crecerá a partir de ahora de otro modo, porque se acometerán las reformas precisas para aumentar la competitividad, renovar el patrón productivo, mejorar el mercado laboral y ganar en el terreno de la innovación.

Al ratificar sus proyecciones optimistas, aseguró que el tren del crecimiento está muy próximo.

Si hacemos nuestros deberes y se aplican con rigor todas las reformas en marcha, este tren aumentará su velocidad hasta adquirir la necesaria para recuperar la creación de empleo, subrayó ante numerosos ejecutivos de grandes empresas españolas.

En el plano político interno, el jefe del ejecutivo ibérico debió sortear un sinnúmero de situaciones que, aunque no tan enmarañadas como la económica, pusieron por momentos en jaque la gestión del Palacio de la Moncloa, sede del poder central.

Coinciden los analistas en que su mayor fiasco fue la derrota sufrida por el gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en las elecciones europeas de junio pasado, ganadas por el conservador Partido Popular (PP), principal de la oposición.

Ese descalabro se unió al registrado unos meses antes en Galicia, donde el PP arrebató a los socialistas el gobierno de esa comunidad autónoma.

Sin lugar a dudas, las Cortes Generales (parlamento) se transformaron en el escenario más peliagudo para el gobierno, habida cuenta que la mayoría de sus proyectos de ley recibieron fuerte resistencia de la oposición e, incluso, de habituales aliados. No obstante, Zapatero logrará previsiblemente sacar adelante las cuentas públicas para 2010, pero sin el apoyo de los tradicionales socios de la izquierda española, quienes le critican un presunto giro hacia la derecha, con la aplicación de medidas de corte neoliberal.

A falta de aliados estables, otras iniciativas promovidas por el PSOE para modificar las leyes del Aborto y de Extranjería forzaron a la Moncloa a buscar apoyos puntuales en el legislativo, ante la embestida opositora encabezada por los conservadores. Si las cosas no pasaron a mayores fue precisamente por la división interna y los escándalos de corrupción dentro de las filas del PP, que quebrantaron el liderazgo de su máximo líder, Mariano Rajoy.

Fuera del parlamento, el año que termina tampoco fue tranquilo para Zapatero, quien debió emplearse a fondo en la solución de inesperados conflictos como el secuestro de un pesquero vasco por piratas somalíes, que tuvo un desenlace feliz con la liberación de sus 36 tripulantes tras permanecer 47 días en el Océano Índico.

Cerrado ese episodio, las angustias siguieron acosando al presidente del gobierno, obligado a buscar una solución para la activista saharaui Aminatu Haidar, expulsada por Marruecos y embarcada por la fuerza en un avión rumbo a España.

Al momento del cierre de este resumen anual, la conocida defensora de los derechos humanos del pueblo saharaui cumplía su vigésimo novena jornada de huelga de hambre en la isla canaria de Lanzarote para presionar por su retorno al Sahara Occidental.

Zapatero concluye, quizás, su año más arduo en la Moncloa, con el desempleo en sus máximos históricos, un país desgarrado por la recesión y una sociedad saturada por la eterna confrontación entre el PSOE y el PP, principales protagonistas de la escena política.

 

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