.— Un soldado de la Real
Policía Militar de Gran Bretaña murió en el sur de Afganistán, donde
las tropas británicas controlan el territorio ocupado por la OTAN
desde 2001, confirmó hoy el ministerio de Defensa.
Con la muerte del militar en la provincia de Helmand, el costo
humano de la guerra en Afganistán para las tropas británicas se
eleva a 103 muertos este año y a 240 desde que comenzó la invasión a
ese país centroasiático, según un conteo del sitio alternativo
icasualties.org.
El periódico británico The Guardian contabiliza en sus
estadísticas 104 muertes (241 en total desde 2001) para Reino Unido
dentro de las fuerzas de coalición de la OTAN.
Criticado por la opinión pública nacional que reclama el retorno
de las tropas al país, el primer ministro, Gordon Brown, afirmó que
se vislumbra finalmente el camino para traer de vuelta a los
militares británicos.
El secretario de Defensa, Bob Ainsworth, aseguró también que la
coalición internacional, comandada por Estados Unidos y la OTAN,
"llevará la batalla hasta el enemigo" en 2010, luego de ocho años de
ocupación y guerra sin éxito.
Señaló que Gran Bretaña no podía garantizar 10 mil soldados más,
pero aseguró que el gobierno está invirtiendo masivamente para
protegerlos de la insurgencia afgana.
Londres mantiene su compromiso de enviar unos 500 soldados más
para completar un pedido de la cúpula del bloque occidental de hasta
siete mil uniformados como parte de la nueva estrategia militarista
de Estados Unidos.