En
un contexto de crisis económica, donde el precio de los principales
renglones exportables disminuye mientras el costo de los alimentos y
el combustible continúa en ascenso, potenciar la producción de la
industria constituye una medida de seguridad nacional.
Consciente de su importancia dentro de la gestión económica del
país, la dirección del Ministerio de la Industria Alimentaria
(MINAL), basa su programa estratégico en aumentar un crecimiento
sostenido de su gestión sobre un pilar decisivo: sustituir
importaciones.
Al intervenir ante los diputados a Asamblea Nacional del Poder
Popular, María del Carmen Concepción, ministra de la Industria
Alimentaria (MINAL), destacó que el organismo que dirige ha
organizado su trabajo en cuatro líneas de desarrollo que incluyen
industrialización de productos agropecuarios, que comprende carne y
aceite, leche, conservas de frutas y vegetales, café y cacao;
producciones pesqueras; molinería, harina y derivados y bebidas
alcohólicas, cervezas y refrescos.
De la eficacia obtenida en estos renglones dependerá el
incremento de los actuales índices productivos — hoy insuficientes
para cubrir la demanda— y la sustitución de compras en el mercado
internacional mediante elaboraciones de calidad, capaces de competir
con sus similares importadas.
Concepción abundó en una serie de insuficiencias que lastran la
gestión del ministerio. Mencionó el envejecimiento tecnológico, la
inestabilidad en el suministro de materias primas y atrasos en los
ciclos de entrega a la población.
Enfatizó además en la falta de calidad de las producciones, el
desaprovechamiento industrial de capacidades instaladas, la
persistencia de ilegalidades y la insatisfacción en los sistemas de
pago.
Dentro de las prioridades del MINAL, destacó la necesidad de
perfeccionar los vínculos con los ministerios asociados, sobre todo
con la agricultura, y añadió la necesidad de potenciar las
mini-industrias locales.
Ulises Rosales, miembro del Buró Político y Vicepresidente del
Consejo de Ministros, señaló que los mayores problemas radican en la
producción de alimentos y en factores de índole subjetivo que solo
serán resueltos con organización, control y eficiencia.
Los parlamentarios valoraron positivamente las crecientes
producciones de leche, mientras centraron sus preocupaciones en la
entrega de productos a la población, el rescate de la acuicultura y
algunas irregularidades en el embotellamiento de ron, entre otros
planteamientos.
En aras de fortalecer la productividad y calidad de las
elaboraciones, la ministra se refirió al proceso que lleva a cabo el
MINAL de separar las funciones estatales de las empresariales, con
el objetivo de que cada entidad asuma la responsabilidad que le toca
en una tarea tan importante como la alimentación del pueblo.