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Recibe escuela especial premio Los zapaticos de rosa

MARIA ELENA ALVAREZ PONCE

La Escuela Especial Solidaridad con Panamá, de la capital cubana, recibió hoy el premio Los zapaticos de rosa, con el cual la Organización de Pioneros José Martí rinde homenaje a vidas e instituciones consagradas a defender esa esperanza que es todo niño.

Instituido en 1989, en ocasión del centenario de la revista La Edad de Oro, el reconocimiento ha sido conferido, por ejemplo, al Comandante en Jefe Fidel Castro y al actual Presidente cubano, General de Ejército Raúl Castro, al Palacio Central de Pioneros Ernesto Guevara y otras instituciones.

Entre los merecedores del estímulo destacan igualmente el Hospital Pediátrico Juan Manuel Márquez y los Cinco Héroes cubanos presos desde 1998 en EE.UU. por combatir el terrorismo.

La entrega de hoy devino fiesta, que por adelantado celebró también los 20 años de la escuela, inaugurada por Fidel el 31 de diciembre de 1989 y cuyo nombre sugirió a sus trabajadores y alumnos, como muestra de apoyo al pueblo del país istmeño, invadido entonces por tropas yanquis.

¿Y cómo no celebrar, además, el Día del Educador? Yamilé Ramos, presidenta de la organización pioneril, y Esther de La O, directora de la "Solidaridad con Panamá" felicitaron a todos los trabajadores cubanos de la Educación y, principalmente, de la Enseñanza Especial, sublime profesión de amor, al decir de Martí.

En la escuela nadie fue olvidado: el jardinero, el chofer, la cocinera fundadora, el médico, la instructora de arte, el logopeda, el maestro, fueron por igual agasajados, porque son los 116 trabajadores, juntos, quienes hacen posible esta obra, prueba de la fuerza irresistible del amor y de la grandeza de que es capaz el ser humano.

Padres, colaboradores y no pocos de los egresados en estos años, se reunieron en el hogar de todos, como familia numerosa, para disfrutar de la fiesta, pero sin dudas los más felices fueron los niños, que cantaron, bailaron, declamaron y repartieron y recibieron cariño a manos llenas.

Una gran verdad dijeron, que les nació del alma: "Mi escuela es Revolución", seguramente pensando qué sería de ellos en otro país o en una Cuba con amo, tan distinta a esta donde, incluso a aquellos con discapacidades múltiples, se ofrece la posibilidad de llegar tan lejos como puedan.

Por eso, a nadie debe extrañar que entre los graduados de la "Solidaridad con Panamá" se cuenten abogados, bibliotecólogos, instructores de arte, psicólogos, bachilleres, técnicos de nivel medio, un estudiante de Medicina y dos en la Universidad de las Ciencias Informáticas.

Desde su silla de ruedas, Yusimí Castillo, quien hace 20 años cortó con Fidel la cinta en la apertura de la escuela, habló de la alegría de ser madre, afirmó que a este centro debe ser hoy muy independiente y sentirse plena y pidió a los chicos no rendirse jamás, proponerse grandes metas y luchar por sus sueños.

Sus deberes en el Parlamento cubano, impidieron a la diputada Liudmila Álamo, primera secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas, estar presente en la celebración, pero en un mensaje calificó de ejemplar a este colectivo, que hace del amor y la entrega arma y escudo para enfrentar las dificultades y preservar la esperanza. (AIN)

 

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