Daniel Ortega y Ralph Gonsalves, Presidente de Nicaragua y Primer Ministro de San Vicente y las Granadinas, respectivamente, alertaron hoy en La Habana sobre los intentos desestabilizadores que Washington acomete en la región.

Al intervenir en la sesión de clausura de la VIII Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), Gonsalves recordó que el mecanismo de concertación creado por Fidel Castro y Hugo Chávez un día como hoy del año 2004, está asociado al antimperialismo, a la idea de la defensa frente a este.

Luego de recordar las alertas de ambos mandatarios sobre el actuar del imperialismo contra nuestros pueblos, el jefe del Gobierno caribeño reiteró que Washington está dando pasos para derrotar a los gobiernos del ALBA.

Daniel Ortega, por su parte, calificó de terroristas los pasos que la Casa Blanca ha dado en la región contra los gobiernos populares, como los de Venezuela, Bolivia, Cuba y otros.

Explicó que las bases militares norteamericanas en Colombia van dirigidas contra la República Bolivariana de Venezuela, y calificó el golpe de Estado contra el Presidente Chávez en 2001, el paro empresarial en la propia Venezuela, más tarde, el golpe fascista en Honduras, y los intentos secesionistas en Bolivia, como verdadero terrorismo imperialista.

Terrorismo es tratar de imponerle al mundo un modelo de desarrollo que privilegia a unos pocos en detrimento de las mayorías, es el que afecta la vida en el planeta, es poner en peligro a la especie humana, precisó.

Al referirse a los resultados del ALBA en estos primeros cinco años de constituida, el líder nicaragüense aseguró que se ha convertido en una nueva alternativa no solamente para América Latina y el Caribe, sino para todos los pueblos pobres del mundo.

La sesión final de la octava Cumbre del ALBA tiene lugar en el Palacio de Convenciones de La Habana, tras cinco años de bregar en pos de la integración regional, una idea fraguada por los presidentes Fidel Castro y Hugo Chávez en Venezuela en 2001 y que tres años más tarde rubricaron oficialmente en Cuba.