La Casa del ALBA Cultural de La Habana, primera de una red que
fomenta en la región la Alianza Bolivariana de los Pueblos de
Nuestra América, quedó inaugurada en la noche del domingo en un acto
que contó con la presencia de Raúl Castro, Hugo Chávez y Daniel
Ortega, jefes de Estado de Cuba, Venezuela y Nicaragua,
respectivamente, y de Ralph Gonsalves, primer ministro de San
Vicente y las Granadinas.
Ubicada en la intersección de Línea y D, en el Vedado, la nueva
institución acogió a la ceremonia de entrega de los Premios del ALBA
2009 al argentino León Ferrari, en las Artes, y al brasileño Frei
Betto, en las Letras.
Raúl depositó en manos de Betto y de Paloma Zamorano, nieta de
Ferrari, los atributos del galardón. El reconocido escultor
argentino, de avanzada edad y considerado como uno de los artistas
vivos más relevantes del mundo, no pudo viajar a La Habana, pero
grabó un mensaje en el que evocó sus entrañables vínculos con la
isla caribeña y saludó la utilidad y fertilidad del ALBA como
instancia de integración.
Al agradecer el Premio, Frei Betto se felicitó de ser testigo "de
la primavera democrática" de América Latina y el Caribe, cuyos
pueblos están escribiendo "una nueva gramática del poder".
"Para mí —afirmó— no hay ninguna vanidad en recibir este Premio,
pues lo siento como reconocimiento a una obra literaria que intenta
dar voz a la gente que no tiene voz."
Y luego trazó un paralelo poético entre la magnífica tragedia de
Federico García Lorca, La casa de Bernarda Alba, donde el
creador español fusilado por los fascistas describió una morada
sombría y opresiva, con esta otra casa "iluminada y llamada a la
congregación".
Con anterioridad, uno de los integrantes del jurado que decidió
los Premios, el historiador y periodista cubano Pedro Pablo
Rodríguez, explicó los fundamentos del dictamen en la formidable
obra de Ferrari, tan notable en la abstracción poética como cuando
expresa un compromiso político, y en la fecunda producción literaria
de Frei Betto, que suma ya 51 títulos de ensayos y relatos, y en la
que figura el imprescindible libro Fidel y la religión.
Los Premios del ALBA se conceden anualmente a escritores y
artistas que han consagrado su vida y obra a engrandecer el
patrimonio cultural de América Latina y el Caribe con aportes
originales.
Un gesto de elevado valor simbólico tuvo lugar al inicio del
acto: Roberto Fernández Retamar, presidente de la Casa de las
Américas, fue el encargado de saludar la apertura de la Casa del
ALBA Cultural. La primera, fundada hace 50 años por la heroína del
Moncada, Haydée Santamaría, enlazó los caminos del pensamiento y la
creación intelectual y artística de la Cuba revolucionaria y de
Nuestra América; la naciente institución está destinada a
multiplicar ese empeño.