.— Las iniciativas
para frenar la deforestación y proteger las selvas del mundo tampoco
están a salvo en la Cumbre sobre Cambio Climático de Naciones
Unidas, empantanada en diatribas entre Norte y Sur.
Si difícil han resultado las negociaciones para una reducción
sustancial de las emisiones de CO2 y más aún con respecto a la
financiación de los países ricos al problema, la deforestación quedó
relegada a un plano inferior.
Las frases que pedían reducir la deforestación en 50 por ciento
para el 2020 fueron retiradas del texto en debate y el documento
sólo menciona el financiamiento, sin explicar cuanto correspondería
a las naciones concernidas de América Latina, Asia y África.
El filipino Antonio Gabriel La Viña, el negociador que encabeza
las conversaciones sobre las selvas y autor del borrador más
reciente, minimizó los cambios y dijo que eran una solución entre
quienes desean metas más ambiciosas y los que no.
Por su parte, la ex ministra de Medio Ambiente y precandidata
presidencial brasileña del Partido Verde (PV), Marina Silva,
manifestó temores ante el predominio de los intereses económicos en
la región amazónica en los planes contra la deforestación.
Las iniciativas de Reducción de Emisiones de la Deforestación y
Degradación (REDD) de las Naciones Unidas son una herramienta, pero
principalmente deben ayudar al cambio del modelo de desarrollo para
la reducción de emisiones de CO2, opinó Silva.
En una mesa redonda durante la COP15 que terminará el próximo
viernes, la ecologista apuntó que las poblaciones afectadas deberían
verse beneficiadas por mecanismos de desarrollo limpio y por un
sistema mixto de financiación.
Durante la jornada, caracterizada por el caos interno y en el
exterior del palacio de congresos Bella Center, los países africanos
con el respaldo del G77 más China, paralizaron los debates a partir
de su disgusto con la presidencia del evento.
Finalmente, volvieron a las deliberaciones al obtener garantías
de que habrá dos decisiones en el acuerdo final, una bajo el
Protocolo de Kyoto y otra bajo la Convención de la ONU sobre el
cambio climático.