.— Brasil y Estados
Unidos, que mantienen posturas diferentes sobre las recientes
elecciones en Honduras, coincidieron hoy en la necesidad de la
salida del gobierno de facto y en permitir el viaje del presidente
José Manuel Zelaya.
Estamos de acuerdo en que Micheletti debe partir. Ese es un paso
importante, apuntó, y agregó que también sería fundamental que se
conceda un salvoconducto u otro instrumento que permita al
presidente Zelaya abandonar la embajada de Brasil en Tegucigalpa y
viajar a México u otra nación.
Tras reunirse con el secretario de Estado adjunto de Estados
Unidos para el Hemisferio Occidental, Arturo Valenzuela, el asesor
especial para Asuntos Internacionales sostuvo que expresaron su
preocupación por la situación de Honduras.
Al respecto, manifestó la coincidencia en que lo ocurrido en la
nación centroamericana no constituya en un precedente que
desestabilice a América Central.
Reiteró las discrepancias entre Brasilia y Washington sobre las
recientes elecciones en Honduras, las que son desconocidas por esta
nación suramericana y aceptadas por la Casa Blanca.
No obstante, García destacó que tanto el gobierno norteamericano
como el brasileño concordan en que esos comicios no son condición
suficiente para la normalización democrática del país
centroamericano, aunque para Washington pueden crear un ambiente
favorable.
El 28 de junio pasado, un golpe de estado sacó a Zelaya no sólo
de la presidencia, sino hasta del país. El 21 de septiembre último,
Zelaya regresó a Tegucigalpa y desde entonces está refugiado en la
embajada de Brasil. El asesor especial apuntó que las bases de
Estados Unidos en Colombia también fueron tratadas en el encuentro y
transmitió la posición de Brasil de que no son positivas para la
región.
Subrayó que "el gobierno norteamericano precisa tener un diálogo
más directo con los países de la región para eliminar inclusive la
guerra de informaciones".
Abordaron además el tema de Irán, unos días después de la
advertencia de la secretaria norteamericana de Estado, Hillary
Clinton, a las naciones latinoamericanas que mantienen vínculos
estrechos con el país persa.
Precisamente, esa advertencia habría provocado que Valenzuela no
fuera recibido por el canciller Celso Amorim y el propio García
refirió al diario O Estado de S. Paulo que "no fue un recado para
Brasil. Si fue un mensaje, fue equivocado".
En cuanto a Irán, el asesor especial señaló que expresaron la
necesidad de que la nación persa se someta a las normas de la
Agenica Internacional de Energía Nuclear.
Después de negar que las relaciones Brasil-Estados Unidos estén
perjudicadas, García indicó que es normal que los gobiernos tengan
apreciaciones distintas.
Valenzuela inició hoy en Brasil un recorrido que lo llevará
también a Argentina, Uruguay y Paraguay, los cuatro integrantes del
Mercado Común del Sur (MERCOSUR), que en su más reciente cumbre,
efectuada la semana anterior, concordaron en desconocer las
elecciones hondureñas del 29 de noviembre pasado.