La Agencia de la ONU
de ayuda a los Refugiados Palestinos (UNRWA) hizo un llamado de
emergencia a donantes occidentales y árabes para evitar una tragedia
humanitaria en los territorios ocupados de Gaza y Cisjordania.
Con sus reservas monetarias y de bienes en cero, la instancia de
la ONU solicitó un monto de 323 millones de dólares para impedir
efectos dramáticos en los territorios sometidos a despiadada
represión por parte de Israel. Tanto la comisionada general de la
UNRWA, Karen Koning Abuzayd, como el director de operaciones de esa
agencia en la Franja de Gaza, John Ging, pidieron actuar rápido para
impedir una crisis en 2010, año en que todo apunta a un
empeoramiento de la situación.
La instancia humanitaria asiste a palestinos refugiados en el
Líbano, Jordania, Siria, la Franja de Gaza y Cisjordania, pero el
panorama es desolador y más complejo en los dos últimos territorios
bajo control y o bloqueo de Israel, explicó Ging a Prensa Latina.
Tenemos dos grandes problemas, uno es la ocupación (de la Ribera
Occidental) y el bloqueo (de Gaza), y el otro es la escasez de
dinero para acometer las tareas que necesitan los palestinos",
declaró el diplomático después de hacer público el llamado de
emergencia.
En entrevista concedida en la sede de la Liga Árabe en El Cairo,
Ging pidió que cumplan sus promesas todos los donantes,
particularmente aquellos que generosamente prometieron ayudas en la
conferencia de Sharm El-Sheikh, Egipto, en marzo pasado.
Desafortunadamente desde marzo, desde Sharm El-Sheikh, desde que
se prometieron 4,5 mil millones de dólares, no hemos podido -debido
al bloqueo israelí- acceder al dinero para reconstruir Gaza, dijo al
aclarar que el dinero solicitado ahora es para otros fines.
Puntualizó que esa suma era para reconstruir lo devastado por la
ofensiva militar israelí contra el enclave, que del 22 de diciembre
de 2008 al 18 de enero de 2009 dejó un saldo de más de mil 400
muertos, cinco mil 300 heridos y cuantiosos daños materiales.
El dinero prometido fue para la reconstrucción, no pare este
programa, subrayó y explicó que con el monto actual se podría ayudar
a los palestinos suministrándoles alimentos, educación, servicios
sociales, salud general y mental, y creándoles empleos.
Según Gingn, no hay ni habrá reconstrucción de la bloqueada Gaza
hasta que no haya una decisión política (de Israel y quienes le
apoyan en su guerra contra los islamistas de Hamas) de abrir los
cruces fronterizos y permitir la entrada de materiales de
construcción.
Por ello, agregó, hay dos procesos: uno es ayudar a la gente
ahora y el segundo es lograr que los cruces se mantengan abiertos.
El funcionario de UNRWA, quien denunció desde la franja costera
todas las atrocidades israelíes durante la agresión, abogó porque
los donantes hagan avanzar al mismo tiempo el flujo de
financiamiento y la decisión política de abrir los cruces
fronterizos.
Pero por favor, no hagan dos tragedias con los cruces cerrados y
sin dinero, reclamó para luego asegurar que hay garantías de
transparencia en el manejo de los fondos y la entrega de la ayuda.
Según la coordinadora general de UNRWA, los países árabes
contribuyeron sólo con el uno por ciento del presupuesto regular de
esa agencia, cuando se esperaba que lo hicieran con un 7,8 por
ciento, meta fijada por la Liga Árabe.
Incluso, lamentó que muchas naciones occidentales incumplan sus
ofrecimientos iniciales o los reduzcan, cuando el número de
refugiados se incrementa en un 3,5 por ciento cada año, y los costos
suben.