El Ballet de Camagüey (BC) cerró el programa por su aniversario
42 con la última de las funciones de la versión de Giselle,
realizada por José Antonio Chávez, coreógrafo de la compañía.
Interpretada en anteriores ciclos de representaciones en España y
La Habana, la pieza tuvo sus escenificaciones en la localidad con el
acompañamiento de la Sinfónica camagüeyana, conducida por el
director invitado David de la Mora.
El nuevo trabajo coreográfico pone su mayor énfasis en la
introducción, en el II acto, de acciones más sinuosas en el
movimiento del cuerpo de baile.
Las adiciones dejan intacta la monumentalidad visual, sonora y de
contenido de la pieza, devenida uno de lo símbolos históricos del
devenir balletístico, y uno de los homenajes al tema consagrado por
Sakespeare en Romeo y Julieta: la fuerza del amor en la pareja
humana.
Dainelys Muñoz, Yanny García y Néstor García asumieron,
respectivamente, los roles de Giselle, Albrecht e Hilarión en las
dramatizaciones por el más reciente cumpleaños del primer elenco de
danza clásica creado por la Revolución en la isla.
En las demás presentaciones dedicadas a la efemérides actuaron el
Ballet de Cámara de Holguín, y de la provincia anfitriona el
Folklórico de Camagüey, Endedans y el Conjunto Artístico Maraguán.
La celebración incluyó también los agasajos iniciales tributados
en el país por sus próximos 95 años a Fernando Alonso, quien durante
más de tres lustros permaneció al frente del BC, fundado el primero
de diciembre de 1967.
El Partido, el Gobierno, el BC y otras entidades en la provincia
homenajearon al cofundador de la Escuela Cubana de Ballet y del
Ballet Nacional de Cuba, al cual dirigió desde su constitución, en
1948, hasta 1975, cuando asumió el máximo cargo de la agrupación
camagüeyana.