Una aguja voladora (Istiophorus Platypterus) de unas 60 libras y
casi dos metros de longitud fue capturada, desde la costa, en aguas
del centro y sur de Cuba por aficionados a la pesquería.
Por lo general la pesca de esta especie marina se realiza en la
zona norte, sobre todo en las proximidades de las corrientes del
Golfo, donde acostumbraba hacerla el escritor norteamericano Ernest
Heminguay.
Elio Alberto Fuentes y Carlos Iván Molina, residentes en las
cercanías de la ciudad de Cienfuegos, dieron captura al pez con un
largo cordel, al cual ataron un preservativo inflado capaz de alejar
lo suficiente de la orilla la carnada de la suerte, reporta el sitio
digital del periódico Cinco de Septiembre.
Los pescadores relataron sus temores ante los giros y saltos del
pez y cómo debieron maniobrar muy duro, casi dos horas, para acercar
el castero a la orilla del arrecife, donde se efectuó la captura,
allá en la costa de Boca Ambuila, punto más cercano a Trinidad que a
Cienfuegos.
Esta no es la primera vez que "pescadores de orilla"
cienfuegueros trascienden en la captura de agujas, pues en 1968
Martín Santana Fuentes, quien solo había mojado sus pies en el agua
dulce del río Arimao y el Hanabanilla, se enroló en el Torneo de
Pesca Heminguay.
En entrevista exclusiva a la AIN contó, antes de morir, que en
ese año aún él era analfabeto en la pesca, pero pudo capturar un
castero de 106 libras, uno de 51 y un tercero de 31, por ello trajo
para el municipio de Cumanayagua el Premio Individual, exhibido
luego en el cine de la localidad.
Deslumbrado por el mar y el arriesgado propósito de capturar una
aguja en aguas del norte cubano, Santana Fuentes volvió a ser
campeón en 1978, y en el fondo nunca perdió su cetro porque a 30
años de aquella aventura contaba aún con brillo en sus ojos sobre su
triunfo.