.— El presidente
constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, advirtió que el
pronunciamiento del Congreso Nacional contra su restitución ratifica
el golpe de Estado y condena al país a vivir en la ilegalidad y sin
apoyo internacional.
En opinión de Zelaya la mayoría de los diputados opuestos a su
retorno defienden a los grupos de poder responsables de la pobreza y
la desigualdad en el país.
La víspera el Parlamento decidió por 111 votos contra 14 no
restituir al presidente legítimo, alejado del poder desde el golpe
de Estado del 28 de junio, cuando fue secuestrado y llevado a la
fuerza a Costa Rica.
El acuerdo Tegucigalpa San José, firmado el 30 de octubre para
resolver la crisis creada por el cuartelazo, dejaba en manos del
organismo legislativo la reposición del presidente y planteaba la
conformación de un gobierno de unidad antes de los comicios.
Sin embargo, el jefe del régimen, Roberto Micheletti, asestó el
primer golpe al pacto cuando pretendió encabezar el gabinete de
reconciliación y el Parlamento dio el definitivo al rechazar la
restitución de la institucionalidad, opinaron analistas.
La decisión tomada por los congresistas es negativa para el país,
dijo el diputado Marvin Ponce, jefe de bancada del Partido
Unificación Democrática.
Para la legisladora del Partido Liberal Gladys del Cid, la no
restitución del presidente complicará la crisis y aumentará el
desconocimiento al próximo gobierno de Porfirio Lobo, del Partido
Nacional.
Lobo fue electo presidente en los comicios del 29 de noviembre,
ampliamente rechazados por la comunidad internacional por la
ilegitimidad del proceso efectuado bajo la ruptura del orden
institucional.
Hasta ahora sólo un pequeño grupo de gobiernos (los de Estados
Unidos, Costa Rica, Panamá, Colombia y Perú) dieron su aval a la
contienda electoral.
Mientras la mayoría de los países latinoamericanos, entre ellos
Venezuela, Brasil, Cuba, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Uruguay,
Paraguay y Argentina, anunciaron su desconocimiento a ese proceso
espurio.
El presidente venezolano, Hugo Chávez, declaró que las elecciones
realizadas el domingo pasado en Honduras son un lavado del golpe de
Estado.
Así como se lava el dinero del narcotráfico, esos comicios fueron
similares porque se trató de lavar un golpe de Estado de manera
descarada ante el mundo, denunció Chávez.
Para el miembro de la Comisión de Verificación sobre Honduras, el
ex presidente chileno Ricardo Lagos, la negativa del Congreso a
restituir a Zelaya rompe el acuerdo Tegucigalpa San José y hace
difícil el reconocimiento internacional a este país.
De acuerdo con Lagos, el hecho de que quien entregue el mando en
febrero próximo sea quien participó en el golpe, no constituye un
buen ejemplo para la región, ni tampoco es la manera más adecuada de
empezar un gobierno.