Cuba continuará importando la carne de pollo por la imposibilidad
de producirla en el país, debido a las limitaciones del bloqueo
económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos.
El no acceso al mercado de esa nación, dilata y encarece la
adquisición de los insumos necesarios, como las materias primas
destinadas a la elaboración de piensos y tecnología de punta para
impulsar la producción de pollo de engorda a menor costo, afirmaron
autoridades del sector avícola.
En el XXI Congreso Latinoamericano de Avicultura, celebrado en
octubre, en esta capital, Alberto Ramírez, presidente de la Sociedad
Cubana de Productores Avícolas, explicó que la Isla no dispone de
una fuente estable de producción de granos, cereales y proteicos
vegetales.
Apuntó que se importa más del 80 por ciento de las materias
primas empleadas en la obtención de piensos balanceados, entre
ellos, el maíz y la harina de soya de los Estados Unidos.
Esto representa un elevado costo de producción, agudizado por la
actual crisis mundial que generó el alza de los precios de los
granos forrajeros, y como alternativa se buscan y evalúan nuevos
subproductos regionales para alimentar a las aves, agregó Ramírez.
El directivo refirió un volumen de importaciones de carne de
pollo cercano a las 100 mil toneladas, y los suministradores
principales son Estados Unidos y Brasil.
Renan Zhuang, analista del Consejo Estadounidense de exportación
de Pollos y Huevos, indicó que desde 2007 Cuba se convirtió en el
quinto mayor mercado de esa nación, detrás de China, Rusia, México e
Iraq.
El especialista previó que en 2009 continuaría la fuerte demanda
de la Isla con un alza de un ocho por ciento, lo cual, en
combinación con la falta de producción nacional, constituye una gran
oportunidad para los avicultores norteamericanos, señala Zhuang.
Por otra parte, la avicultura cubana aboga por la eliminación de
las restricciones de Estados Unidos, lo cual permitiría la
modernización del equipamiento tecnológico en la cría de pollo de
ceba, actividad que emplearía de forma directa a más de cuatro mil
trabajadores.
También propiciaría la compra de vacunas para la prevención de
enfermedades aviares y el intercambio entre personal científico y
empresarial de ambas naciones, entre otras ventajas.