.— Varios países
latinoamericanos expresaron hoy su rechazo a las elecciones del
domingo en Honduras bajo la tutela del régimen de facto y
advirtieron sobre el mal precedente de este proceso.
Esta farsa electoral es un nuevo capítulo del golpe de Estado,
denunció el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y reiteró que no
reconocerá al gobierno surgido de esos comicios.
El jefe de Estado de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, declaró
que legitimar el proceso puede abrir un grave precedente y recordó
que en la región, sobre todo en Centroamérica, todavía hay muchos
países en situación de vulnerabilidad política.
Independientemente de que algunos cambien de opinión o no, Brasil
mantendrá su posición porque no es posible aceptar un golpe militar
o disfrazado de civil como el de Honduras, añadió Lula, al referirse
a la decisión de cuatro gobiernos del área de avalar la contienda.
Brasil acogió en su sede diplomática al presidente constitucional
de Honduras, Manuel Zelaya, cuando éste regresó a Tegucigalpa
después de haber sido sacado a la fuerza por efectivos encapuchados
el 28 de junio.
En Honduras se ha instalado, mediante un golpe militar, con la
instigación y el apoyo de Estados Unidos, una dictadura, afirmó hoy
en la XIX Cumbre Iberoamericana, en Portugal, el canciller cubano,
Bruno Rodríguez.
Reconocer el gobierno espurio que de estas elecciones ilegítimas
emerja -añadió- traicionaría los principios de paz, democracia y
justicia que se proclaman, y así debería manifestarse esta Cumbre.
Los comicios del domingo en Honduras se caracterizaron por un
alto nivel de abstencionismo, estimado por el Frente Nacional contra
el Golpe de Estado entre el 65 y el 70 por ciento.
Evidentemente esas elecciones están absolutamente viciadas y no
deben ser reconocidas por la comunidad internacional, aseguró el
canciller de Ecuador, Fander Falconí.
Los comicios tampoco pondrán punto final a la crisis creada por
el cuartelazo, señaló el ministro de gobierno de Bolivia, Alfredo
Rada, y añadió que por motivo alguno se reconocerá al gobierno
surgido de un proceso signado por la fuerza de las armas.
Nicaragua, Paraguay, Uruguay y Argentina también expresaron su
desconocimiento a las elecciones generales en Honduras, ante la
falta de garantías para una contienda libre y transparente bajo el
golpe de Estado.