.— La XXIII Feria
Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) entró en su tercera
jornada, con un programa de debates sobre el futuro de esta
industria en la era digital.
Representantes mexicanos expresaron que con miras a ese futuro
promisorio sigue pendiente a nivel nacional un reglamento referido a
la Ley de Fomento para la Lectura y el Libro, a un año de que el
ejecutivo emitió el decreto correspondiente.
Otro tema en debate en la feria es el denominado proyecto Google
Books, que contempla la digitalización de millones de libros, lo
cual hace temer a algunos creadores por la conformación de un
monopolio y las posibles violaciones a los derechos de autor.
Esa salida es, sin embargo, una alternativa para acercar más los
libros a los lectores, estiman diversos editores y escritores
presentes en esta occidental ciudad del estado de Jalisco.
Expertos del mundo librero explicaron aquí que esa iniciativa
provocó en Estados Unidos que el Departamento de Justicia se viera
obligado a realizar cambios a la legislación vigente a causa del
tópico de la digitalización, lo que en Europa continúa en debate.
Se informó asimismo que los días 1 y 2 de diciembre próximo se
realizará en el marco de la actual muestra el VII Foro Internacional
de Editores y Profesionales del Libro sobre la edición y el futuro
de las librerías, de cara a los cambios tecnológicos y los efectos
de la crisis económica global.
Ese inminente intercambio será organizado por la FIL, el Centro
Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (CERLALC),
la Cámara de la Industria Editorial Mexicana, la Feria del Libro de
Francfurt, el Grupo Interamericano de Editores y la Unión
Internacional de Editores.
Un estudio de CERLALC, difundido en la capital tapatía,
puntualiza que una encuesta realizada con 67 empresas de 18 países,
se probó que un 39 por ciento de la producción impresa la dominan
casas transnacionales y resto domésticas, en tanto la oferta digital
es ahora de solo del 10 por ciento.
Para editores alemanes que asisten a Guadalajara, los libros
tradicionales en copia dura continuarán dominando el mercado al
menos cinco años, pero otros libreros de Francfurt opinaron que
después prevalecerán los libros digitales.