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La premio Nóbel de Medicina 2008, Francoise Barre-Sinoussi, lideró
aquí los debates en un seminario sobre el SIDA como parte de las
actividades por el próximo 1 de diciembre, día mundial dedicado a
ese mal.
Científicos locales y extranjeros participaron en el evento,
centrado en la lucha y prevención, y el caso de Vietnam, que hoy
reunió con ese fin a mil personas en un acto en Ciudad Ho Chi Minh,
el territorio más afectado por la enfermada a escala nacional.
Este país indochino tenía registrados hasta junio último 149 mil
portadores y 32 mil 400 enfermos. Desde la aparición en 1990 del
síndrome de la Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), 156 mil
vietnamitas contrajeron el mal y de ellos 44 mil 200 fallecieron.
Según Barre-Sinoussi, el sistema sanitario nacional debe estimular
los exámenes tempranos, entre otras medidas preventivas.
La académica francesa, coordinadora de la agencia nacional de su
país para la investigación del SIDA en el sureste Asiático, acumula
una gran experiencia en la detección en 1983 del virus HIV.
Avaló los chequeos regulares y pruebas tempranas de la patología
como vías para identificarla y tratarla en el momento debido, además
de proteger a otros.
En la reunión se discutió también el problema de alertar a la
juventud de los riesgos del mal.
Los estudios han demostrado que aunque la generalidad de las
nuevas generaciones vietnamitas están alertadas, la situación en las
minorías étnicas dista de ello y tiene un cuadro vago del SIDA.
La científica francesa reconoció los esfuerzos nacionales en la
materia, incluida la ayuda a las personas que viven con HIV para
integrarse a la comunidad.
Empero apuntó que el hecho de que la gente aún se resista a
someterse al examen de sangre para detectarlo temprano dificultará
la habilidad de Vietnam para prevenirlo.