La máxima autoridad de Naciones Unidas despliega en Trinidad y
Tobago sus últimos esfuerzos en busca de una amplia presencia de
jefes de Estado y Gobierno en la próxima cumbre de Copenhague sobre
cambio climático.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, viajó a ese país
caribeño, donde mañana se reunirán los líderes de los 53 Estados
miembros de la Mancomunidad Británica (Commonwealth), a quienes
tratará de convencer para que asistan a la cita de la capital
danesa.
El encuentro de Puerto España es el último cónclave de alto nivel
que tiene lugar antes del foro sobre cambio climático, convocado en
un inicio para materializar un acuerdo legalmente vinculante sobre
la reducción de las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera.
Sin embargo, ese objetivo supremo ya es casi imposible de
alcanzar y ahora se trata de establecer las bases para continuar
negociaciones que permitan concretar un pacto definitivo durante
2010, según admitió el propio Ban Ki-Moon.
Ese convenio debe sustituir al llamado Protocolo de Kyoto de
1997, el cual empeñó a los Estados para restringir las emisiones de
dióxido de carbono en un cinco por ciento con respecto a 1990 para
el lapso 2008-2012.
Según informó ayer el vocero oficial Farhan Haq, el máximo
responsable de la organización mundial instará a los líderes del
Commonwealth a contribuir al logro de un acuerdo ambicioso y
equitativo que satisfaga las demandas de la ciencia.
Ese pacto puede y debe ser alcanzado en Copenhague para colocar
al mundo en un nuevo camino que garantice la salud del planeta y una
economía saludable, dijo el portavoz en nombre del secretario
general.
Los costos de un fracaso serán demasiado grandes y llevaría a un
aumento de los sufrimientos humanos, elevadas pérdidas económicas y
desperdicio de oportunidades en materia de productividad,
competitividad y estabilidad política, apuntó.
Las más recientes novedades de cara a Copenhague fueron los
anuncios hechos por China y Estados Unidos sobre las reducciones de
gases contaminantes que están dispuestos a presentar en Dinamarca.
Las delegaciones de esos países estarán encabezadas por el primer
ministro chino, Wen Jiabao, y el presidente norteamericano, Barack
Obama.
Beijing dio a conocer que el nivel de las emisiones de gases
contaminantes del gigante asiático disminuirá entre un 40 y un 45
por ciento en 2020, en comparación con 2005, mientras que Washington
situó su meta en un 17 por ciento en ese mismo plazo e igual punto
de referencia.
Por su parte, Brasil informó que su meta de restricciones será de
entre un 36 y cerca de un 39 por ciento hasta 2020.