En el estudio está la principal trinchera del estudiantado, ese
es su primer y gran deber con la Patria, destacó este sábado Olga Lidia
Tapia, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido
Comunista de Cuba.
Ante el Consejo Nacional de la Federación de Estudiantes de la
Enseñanza Media, reunido en la capital, la dirigente partidista
reafirmó como prioridad para la juventud estudiosa prepararse bien y
aprovechar al máximo los cuantiosos recursos que el país destina a
la educación, a pesar de las dificultades económicas.
Consideró las adecuaciones y transformaciones aplicadas en el
nivel medio superior de enseñanza un espaldarazo al estudio
consciente, para aprender, más que para aprobar, y una necesidad, en
busca de la educación de excelencia que el pueblo reclama y Cuba
precisa para enfrentar los desafíos del presente y el futuro.
A la FEEM y sus más de 400 mil miembros corresponde apoyar y ser
sujetos activos de esos cambios, como también a los docentes,
llamados a darlo todo y ser cada vez mejores dentro y fuera de las
aulas porque, y Olga Lidia Tapia insistió en este ejemplo, una mayor
rigurosidad en las evaluaciones ha de tener como respaldo mejores
clases.
La responsabilidad del estudiantado ante el estudio y el
desarrollo socioeconómico de la nación, y la necesidad de conocer,
amar y de vivir la Historia, fuente inagotable de argumentos y arma
eficaz para la defensa de la Revolución, centraron los debates del
Consejo, que en la mañana de este sábado sesionó en pleno y, de tarde, en cinco
comisiones.
Temas como el vínculo estudio-trabajo, el aporte a la producción
de alimentos y otras prioridades, la formación vocacional, captación
e ingreso a las carreras pedagógicas de los mejores estudiantes y la
incondicionalidad, ante todo de los propios dirigentes de la FEEM,
que han de predicar con el ejemplo, fueron ampliamente debatidos.
Liudmila Álamo, primera secretaria de la Unión de Jóvenes
Comunistas, instó a no defraudar jamás la confianza de Fidel, Raúl y
el Partido en la joven generación, que ha de prepararse bien, para
servir mejor a su pueblo donde haga falta y cumplir esa misión
suprema como garante de la continuidad histórica de la Revolución.
Mucho se insistió en la necesidad de continuar perfeccionando el
trabajo de la FEEM, que ha de ser, como expresó su presidenta,
Jennifer Bello Martínez, espacio real y de todos para debatir,
participar, combatir, esclarecer y transformar conductas y
conciencias.