En esos términos lo reconoció el maestro y director Ángelo
Pagliuca, en el Teatro Tunas, al término de un espectáculo que la
orquesta dedicó "muy especialmente al talento extraordinario de
todos los niños que estudian en la Escuela Vocacional de Arte El
Cucalambé, a las personas que allí y en el país tienen que ver con
la enseñanza artística, y a este magnífico pueblo".
En sus declaraciones para la prensa nacional, Pagliuca explicó
que, además de difundir lo mejor del repertorio sinfónico universal
y venezolano (unidos por vez primera en un mismo y armónico
espectáculo) esta temporada en Cuba ha permitido insertar
conferencias, talleres y un intercambio de gran provecho, que debe
ampliarse y enriquecerse mucho más, "porque en ningún otro lugar nos
hemos sentido como aquí y porque venezolanos y cubanos estamos
unidos para muchos años".
Al respecto, Alejandro Ramírez, presidente de la Sociedad
Orquesta Sinfónica Venezuela, adelantó la intención de enviar en el
futuro a otras agrupaciones, hacer llegar música para los niños que
se forman en la educación artística y continuar estrechando lazos
entre las orquestas sinfónicas de ambos países.
Tales aspiraciones son totalmente posibles, en opinión del
violinista Iván Jesús Pérez, a quien la gira le deja la certeza de
que "Cuba es un país donde todo el mundo produce arte y donde estás
interpretando una música que la gente sabe escuchar".
Por ello, tras arrancar varias veces el siempre oportuno y
merecido aplauso del público, el maestro Ángelo Pagliuca agradeció
ante las máximas autoridades del Partido y del Gobierno la
"extraordinaria acogida" que ha tenido aquí la OSV y reiteró: "Si
tuviéramos que llevarles un mensaje a los venezolanos, diríamos que
vengan a Cuba, a disfrutar de buena música y de un pueblo
excelente".