.— Los prisioneros
afganos transferidos por el ejército de Canadá a las autoridades
locales en Kandahar fueron torturados mientras los encargados en
Ottawa miraban a otro lado, denunció hoy un prestigioso miembros de
la diplomacia canadiense.
Ante una comisión parlamentaria de la Cámara de los Comunes, el
segundo diplomático de esa nación, con mayor rango en Afganistán
durante 2006 y 2007, Richard Colvin, aseguró que el país encubrió
las prácticas de detención.
Un editorial del diario Toronto Star dió a conocer las
declaraciones del actual oficial de Inteligencia en la embajada de
Canadá en Washington, quien denunció prácticas impropias del
ejército canadiense, contraproducentes y probablemente ilegales.
El diplomático hizo intentos vanos desde 2006 por compartir sus
preocupaciones con los responsables militares y gubernamentales
sobre las torturas con descargas eléctricas, temperaturas extremas e
incluso abusos sexuales, advirtió el rotativo.
En sus testimonios Colvin desafió lo dicho por el Gobierno
durante los últimos tres años de que no existían pruebas de abusos
hacia los prisioneros capturados.
Indicó además que los canadienses hicieron más prisioneros en el
país centroasiático que los aliados de la Organización del Tratado
del Atlántico Norte (OTAN).
En esa línea Colvin recordó que muchas veces se trataba de
detenidos inocentes en medio del caos de la guerra, y acusó a la
política de hacer que los habitantes de Kandahar temieran a las
fuerzas extranjeras.
También advirtió la posibilidad de que todos los afganos
entregados fueran torturados.
Para los interrogadores de esta ciudad éste fue el procedimiento
normal con que operaban, añadió el antiguo director político del
equipo de reconstrucción provincial en esa región.