.— La cumbre
extraordinaria de líderes de la Unión Europea (UE) deberá poner
rostros a los dos cargos de alto nivel que crea el Tratado de
Lisboa, anunció Fredrik Reinfeldt, presidente temporal del bloque
regional.
Los 27 estados miembros de la UE intentarán llegar a un acuerdo,
luego de dos rondas de conversaciones, sobre las personalidades que
ocuparán las nuevas responsabilidades de Presidente y ministro de
Exterior, cargos habilitados con el objetivo de reforzar el peso de
Europa en el mundo y la celeridad de sus decisiones.
Según declaraciones de Reinfeldt, deberá tenerse en cuenta un
equilibrio geográfico e ideológico, de manera que refleje los
intereses de países grandes y pequeños.
A pesar del consenso de que la presidencia sería para un miembro
de la familia conservadora, mayoritaria en el Consejo y el
Parlamento europeos, las propuestas apuntan a tres democristianos:
el primer ministro belga Herman Van Rompuy y sus homólogos, el
holandés Jan-Peter Balkenende y el luxemburgués Jean-Claude Juncker.
En las últimas semanas ejercieron presiones varias líderes
europeas, con el propósito de que alguno de esos puestos recaiga en
una mujer. Si deciden optar por esta variante, las ex presidentas
Vaira Vike-Freiberga y Mary Robinson, de Letonia e Irlanda,
respectivamente, aparecen como las favoritas.
Para Alto Representante de Exteriores la propuesta pudiera ser el
ex primer ministro italiano Massimo D'Alema, y ante la falta de
opciones, se comenta la candidatura del canciller español, Miguel
Ángel Moratinos.
La tradición establece que los líderes europeos nunca votan y las
decisiones trascendentales se toman por consenso; sin embargo, el
presidente temporal de la UE, Fredrik Reinfeldt, anunció que de no
llegarse a un acuerdo, el fallo podría tomarse por mayoría
cualificada como establece el Tratado de Lisboa.
Esta modalidad de votación obedecerá al principio de mayoría de
los Estados y de la población y requiere un mínimo del 55 por ciento
de los miembros y el 65 por ciento de los habitantes de la UE.