Alabanza para la poesía y el periodismo

Ventura de Jesús

Al conocer sobre la entrega para ella y su coterráneo Manolo García de la condición de Artista Emérito, la más alta distinción que otorga la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), Carilda Oliver Labra procuró que el reconocimiento se formalizara en su ciudad natal, con lo cual consiguió un regocijo adicional para el periodista Manolo, también furibundo matancero.

Y todos comprendieron la razón del reclamo. En la ceremonia ambos dieron muestras de un gozo singular no solo por el hecho mismo del galardón, sino por encontrarse entre los suyos y disfrutar una vez más la nostalgia de los sueños vividos, con pausa pero sin límites, en este pedazo de la geografía cubana.

Un premio al trabajo, a la entrega y la dedicación, resumió Miguel Barnet, la virtud de la poetisa encumbrada y del conocido periodista y locutor radial, dos longevos intelectuales a quienes el peso de los años no los ha relegado a un escondite. Increíblemente activos, ella a los 87 años, y él a punto de cumplir los 90.

Es una poetisa integral, de mucha calidad, una intelectual que se sostiene y ha logrado mantener su nombre a una altura inconmensurable, dijo Manolo de la autora del poemario Al sur de mi garganta. Su obra es profunda y llega sin embargo a los más encumbrados y a los más humildes. Es natural que su poesía trascienda y perdure, porque es buena y hecha a partir de abrirse las venas, manifestó. "El pueblo la quiere porque es una mujer valiosísima en todos los sentidos y de manera especial porque venera a Matanzas sobre todas las cosas".

Carilda dijo sentirse muy contenta por la condecoración justo cuando se cumple el aniversario 60 de su libro Al sur¼ , cuya quinta edición, preparada por Ediciones Matanzas, saldrá a la luz antes de que culmine el año con una tirada de 10 000 ejemplares.

Confesó su afecto por el desempeño profesional y la alta condición humana de Manolo y dijo sentirse asombrada por su espíritu de laboriosidad. Es admirable cómo sin poder caminar apenas aceptaba complacido el reto de ir a trabajar cada día a la emisora provincial Radio 26, explicó.

La Premio Nacional de Literatura celebró de igual manera su condición de revolucionario, y recordó que fue él quien, obligado a exiliarse, tuvo el acierto de sacar del país el Canto a Fidel y darlo a conocer primero en Costa Rica y luego en toda Centroamérica.

"Manolo García posee su propia historia. Puede parecer una exageración, pero tengo mucha gratitud hacia él, fue la mano amiga que siempre estuvo dispuesta a extenderse en los malos ratos".

 

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