Soy consciente, dijo, del impacto económico y financiero que
representa el bloqueo que sufre Cuba, y, sin embargo, bajo esas
circunstancias es realmente sorprendente lo que ustedes han
alcanzado en términos de acceso a la salud, en resultados sanitarios
y en la ayuda que prestan a muchos países.
Continuó diciendo que el bloqueo es otro ejemplo de cómo la salud
puede ser afectada con políticas dirigidas incluso a otros sectores,
porque intervienen hasta más allá de salud pública y del mandato de
la OMS.
La doctora Chan afirmó que del mismo modo que las brigadas
médicas cubanas vienen apoyando a otros países, Cuba recibiría, de
necesitarlo, todo el apoyo de la OMS/OPS.
Desde que el pasado mes de junio esa organización internacional
declaró la epidemia de influenza A H1N1, dijo que en la "respuesta"
a la actual epidemia se está viendo lo mejor de las fuerzas
positivas que forman la cooperación para el siglo XXI, pero a la
vez, probablemente, veremos las consecuencias de décadas de fracaso
para alcanzar equidad en salud y en los sistemas básicos e
infraestructura sanitaria, y acotó que "lo que estoy diciendo ahora
no se refiere a Cuba".
Los cubanos deben sentirse muy felices, destacó, de tener líderes
que se preocupan y son conscientes de la importancia de la inversión
en el sector primario de la salud y de que toda la población pueda
tener libre acceso a la asistencia médica.
Sobra la actual pandemia dijo que todos conocen que el virus de
la influenza es uno de los más impredecibles con los que hemos
tenido que lidiar. Mi versión es que una pandemia termina cuando un
número suficiente de personas ha obtenido inmunidad. En dos
palabras, finalizará cuando se haya logrado suficiente inmunidad
poblacional.
La profesora Chan dijo que mientras estamos conversando en La
Habana, algunos países están envueltos en una "segunda oleada" de la
influenza. Pero es impresionante, planteó, el conocimiento que se
tiene del virus y la enfermedad que puede causar.
Al referirse a la experiencia internacional, dijo que el virus no
ha mutado, lo que podría originar enfermedades más severas; "sabemos
que la vacuna para esta pandemia se ajusta a los virus circulantes y
que la resistencia a los antivirales es muy baja hasta la fecha".
Refirió también que los médicos tienen evidencias de que cuando
el antiviral se administra en las primeras 48 horas de aparecida la
gripe, ello reduce la severidad de la enfermedad y la necesidad de
hospitalización del paciente. Este nuevo virus afecta a un grupo
etario mucho más joven, generalmente a menores de 25 años; en la
gripe estacional casi el 90% de las muertes ocurre en los ancianos
de salud más delicada.
Chan lo calificó como un "virus de extremos", porque puede
afectar a las personas de forma ligera o muy severamente, y dijo que
la neumonía, que se desarrolla de manera rápida, es la principal
causa de muerte.
La ciencia avala hoy, puntualizó, que el riesgo de aparición de
la forma severa de la enfermedad ocurre en tres grupos
fundamentalmente: las mujeres embarazadas, especialmente durante el
tercer trimestre de la gestación; en niños menores de dos años, y en
las personas con enfermedades pulmonares crónicas, en particular el
asma. Hay otras observaciones: las afecciones neurológicas en los
niños pueden desencadenar la severidad de este padecimiento.
Aclaró que aunque "el papel exacto de la obesidad" no se conoce
aún suficientemente, la obesidad mórbida ha estado presente en casos
severos o fatales, por lo que se le considera un factor de riesgo.
La doctora Chan sostuvo en horas de la mañana un encuentro con el
Consejo de Dirección del Ministerio de Salud Pública, donde el
ministro José Ramón Balaguer le ofreció una amplia reseña del
desarrollo del sistema sanitario cubano y le hizo entrega de la
medalla conmemorativa por el Centenario de la fundación del
Ministerio de Salud Pública. También fue informada de los
desarrollos de la ciencia en Cuba por un grupo de directivos de los
centros de investigación que reúne el polo científico del oeste de
La Habana.