.— El secretario de Asuntos
Políticos de la OEA, Víctor Rico, llegó hoy a Honduras en un intento
de revivir el diálogo, que fracasó por la negativa de los golpistas
de aceptar la restitución del presidente Manuel Zelaya.
Previo a la llegada de Rico, el jefe de la misión de la OEA en
este país, John Biehl, auguró la posibilidad de que esta semana
surja algún acuerdo para poner fin a la crisis, pese a que las
partes dieron por concluidas las conversaciones.
Hay una coyuntura difícil, pero yo creo que se va a solucionar y
se va a llegar a un arreglo, dijo Biehl.
Honduras cumplirá mañana cuatro meses bajo un régimen de facto
que usurpó el poder después de que militares encapuchados
secuestraron y sacaron a la fuerza del país al presidente legítimo.
Zelaya logró retornar de manera sorpresiva al país el 21 de
septiembre y se encuentra en la embajada de Brasil en esta capital,
fuertemente custodiada por efectivos del ejército y la policía.
El 7 de octubre último se instaló una mesa de diálogo entre los
representantes del gobierno legítimo y el régimen de facto,
auspiciada por la OEA.
Sin embargo, después de varias semanas de conversaciones la
delegación de Zelaya dio por finalizado el diálogo por la
insistencia del jefe del régimen Roberto Micheletti de mantenerse en
el poder y seguir adelante con el proceso electoral.
No puede haber elecciones en medio de la represión y de los
asesinatos contra el pueblo, no puede haber elecciones con el
presidente encerrado en la embajada de Brasil, denunció el
coordinador del Frente contra el Golpe de Estado, Juan Barahona.
Organismos internacionales y numerosos gobiernos, incluido
Estados Unidos, adelantaron que no reconocerán los resultados de los
comicios si son organizados bajo las actuales circunstancias.
El Departamento de Estado norteamericano anunció el envío mañana
de una misión a este país, presidida por el secretario de Estado
adjunto para asuntos de América Latina Thomas Shannon.
El objetivo de la misión es hacer avanzar el Acuerdo de San José,
promovido por Washington, que plantea como primer punto la
restitución de Zelaya, aunque con una serie de condicionamientos que
limitan sus funciones.