.— La solicitud del
Departamento de Defensa de más tropas para Afganistán divide hoy al
Congreso de Estados Unidos, mientras el presidente Barack Obama
mantiene silencio.
Irónicamente, la bancada republicana exige al demócrata Obama
acelerar el rápido envío de soldados adicionales, en tanto varios
correligionarios del mandatario rechazan la propuesta.
Este fin de semana el senador demócrata Russ Feingold adelantó
que se opondrá al traslado de más uniformados al país
centroasiático.
Habrá resistencia de ser necesario, prometió el legislador, tras
anunciar que en ambas cámaras hay congresistas que respaldan su
posición.
Carl Levin, líder del Comité de Servicios Armados del Senado,
también se opuso a incrementar el número de militares desplegados
allí, que en la actualidad suman unos 68 mil.
En similar sentido se pronunció el representante James McGovern,
quien estimó que más uniformados sería un error y una acción
contraproducente.
Necesitamos lograr una estrategia definida, que incluya un fin a
la presencia de nuestros soldados en ese país, comentó el diputado
por Massachussets.
Ante el incremento de la violencia, el comandante de las tropas
extranjeras en Afganistán, general Stanley McChrystal, solicitó 40
mil hombres adicionales.
El pedido fue apoyado por la senadora demócrata Dianne Feinstein,
quien estimó que Obama debe seguir los requerimientos de sus jefes
militares en el terreno.
Sus colegas republicanos Mitch McConell, dirigente de la minoría
en la cámara alta, y el ex candidato presidencial y legislador John
McCain respaldaron la propuesta.
A ellos se sumaron los también senadores republicanos John Conryn,
Jon Kyl y Orrin Hatch.