KABUL, 26 de octubre.— Uno de los días más mortíferos para
Estados Unidos fue este lunes, cuando 14 de sus militares murieron y
31 resultaron heridos en acciones que involucraron a tres
helicópteros en Afganistán, informaron fuentes militares.
Según portavoces del Pentágono, en el primer hecho, un aparato
cayó en el oeste, luego de participar en un enfrentamiento con
insurgentes afganos, y diez soldados perdieron la vida.
También fueron lesionados 11 efectivos y un civil de Estados
Unidos, así como 14 afganos.
Otros dos helicópteros estadounidenses chocaron en vuelo en el
conflictivo territorio sureño, lo que causó la muerte de cuatro
soldados de la Unión y lesiones a dos más.
De acuerdo con esa versión oficial, el mando descartó la
presencia de fuego enemigo, pero sin brindar datos sobre la caída de
la nave.
Sin embargo, el portavoz de los insurgentes afganos, Qari Yusuf
Ahmedi, comunicó a medios informativos, vía telefónica, que sus
combatientes derribaron un helicóptero en el distrito de Darabam, en
la provincia noroccidental de Badghis.
El mando yanki notificó, además, el deceso de dos militares de
sus fuerzas en la víspera: uno en un ataque con bomba en el oriente
y otro que perdió la vida por las heridas sufridas en un ataque
rebelde en la misma zona.
Al menos 46 soldados estadounidenses perecieron hasta la fecha
durante octubre del 2009.
En total, 822 integrantes de las tropas ocupantes de EE.UU.
fallecieron en esta nación centroasiática desde su invasión el 7 de
octubre del 2001.