El
escritor y folclorista René Batista Moreno (Camajuaní, 1941)
enciende las estrofas de 82 poetas del verso libre o rimado y saca a
la luz, en el aniversario 50 del vuelo sin retorno de Camilo
Cienfuegos, el libro Los fuegos de tu nombre, en homenaje al
guerrillero de la sonrisa franca y el sombrero alón.
Con
el sello de la editorial Capiro, el autor se propone —y lo logra—
rendir tributo a un hombre que regó valor y poesía en su breve e
imperecedero paso por la guerra, la victoria y la vida, y a quien,
su amigo el Che calificó como el Señor de la Vanguardia, y Fidel lo
identificó y multiplicó en el pueblo mismo.
El volumen de más de 150 páginas recopila liras de varias
generaciones de poetas, ubicados en las páginas por el año de
nacimiento de cada uno, y agrupados en los subtítulos: Los fuegos
inmortales, Un Hombre vuelto poesía, y Rostro entre nosotros.
Junto a los bardos que describen al héroe con imágenes llevadas
al verso, está el Poeta Nacional Nicolás Guillén, quien afirma que
todos lo mientan y dicen: Puño de piedra, resplandor de palomas
/el aletear del corazón te damos; / oh joven padre, toma / nuestra
violenta sangre en peso: ¡Vamos!
El comandante Alberto Bayo, su instructor militar en la escala
mexicana, en versos sencillos le revela: Amor de todos nosotros,
/admiramos tu bondad, / y aquella sonrisa eterna, / simpática y
fraternal.
Dora Alonso le descubre a los niños: Trae ejército de rosas, /
bravos lirios insurrectos / y una guardia insobornable / de jazmines
guerrilleros.
Raúl Ferrer concluye su soneto de esta forma: Y Yaguajay, con
su guerrilla alerta, / esperando tus barbas en la puerta / para
burlar una vez más la muerte /, en tanto que Cintio Vitier lo busca
entre sus versos y asevera: ¡ Oh joven héroe arrebatado por los
dioses, / palmo a palmo ha crecido tu hondo rapto / y ya tiene el
tamaño de la isla, / el sabor de nuestro aire y nuestro mar!
Marilyn Bobes confiesa que solo tenía cinco años y hoy
recuerdo mejor el gesto de mi madre / cuando murió Camilo / Era el
mismo de ayer.
El lector también encontrará en este libro inspiraciones de
Manuel Navarro Luna, Ángel Augier, Mirta Aguirre, Samuel Feijóo,
Fina García Marruz, Pablo Armando Fernández, Jesús Orta Ruiz,
Carilda Oliver Labra y otros poetas nacidos en los primeros 30 años
del siglo XX. De esta primera treintena aparecen, asimismo, los
poemas de Rafaela Chacón Nardi, Thelvia Marín, Adolfo Martí Fuentes,
Néstor Ulloa, Sergio Hernández Rivera, Félix Pita Rodríguez y
Antonio Hernández Pérez.
René Batista Moreno —quien ya había ascendido por la existencia
del Héroe de Yaguajay, en su libro Camilo en el Frente Norte,
con un glosario de anécdotas de la gente que conoció al mítico
combatiente—, ahora prende esta llama poética, que como el propio
protagonista, nada ni nadie la podrá apagar.