De
los más de 500 000 trabajadores de Salud Pública, 124 246 son
jóvenes menores de 30 años, y de ellos más de 76 000 integran las
filas de la UJC. Si esta valiosa fuerza combate constantemente lo
mal hecho, y contribuye a resolver los problemas y multiplicar los
resultados en cada centro médico, los servicios de Salud pueden
ganar en calidad y eficiencia.
Así lo reconocieron los militantes reunidos en el X Pleno del
Comité Nacional de la UJC, donde el tema central fue la
responsabilidad de la organización con los servicios asistenciales.
Julio Martínez dijo que por la importancia del sector se ha
potenciado el crecimiento de la organización, el cual no ha estado
en correspondencia con la combatividad de nuestros jóvenes. En ellos
está rescatar la calidad de los servicios que en algunos lugares se
ha perdido.
Martínez agregó que los comités de base tienen que jugar un papel
más activo, y el contenido de sus reuniones debe ser la discusión de
los problemas del centro, no sentarse a esperar las orientaciones
del organismo superior. Para eso hacen falta militantes que quieran
combatir, sostuvo.
Varios delegados coincidieron en advertir la necesidad de prestar
una mejor atención a los pacientes, teniendo en cuenta siempre la
racionalidad de los recursos. Se trata de cambiar la mentalidad de
despilfarro, e indicar solo los análisis y medicamentos necesarios.
De ahí la importancia de una mayor cultura económica, de saber
cuánto cuesta cada tratamiento.
Igualmente, abogaron por enfrentar lo mal hecho, denunciar el
maltrato, el cobro de los servicios y el daño a la propiedad social.
Al respecto, Machado Ventura concordó con estos últimos
planteamientos y dijo que estamos sobregastando recursos en los
hospitales. No hay país del mundo ni sistema de salud, que aguante
tal derroche. Si queremos mantener la Salud Pública hemos de
acostumbrarnos a trabajar con racionalidad, y no de forma
coyuntural; el ahorro tiene que convertirse en un método de trabajo.
Comentó que todavía hay mucha tolerancia, el enfrentamiento a
tales actitudes es aún insuficiente y la juventud cubana tiene que
desempeñar un papel más activo por evitar la chapucería. Somos un
país pobre y debemos de suplir las carencias con nuestros propios
esfuerzos.
Hemos de pensar que los pacientes son personas con problemas y
nos corresponde tratarlos bien, tanto dentro como fuera del país,
subrayó el Primer Vicepresidente.
Para José Ramón Balaguer, miembro del Buró Político y ministro de
Salud Pública, en los trabajadores del sector debe primar el
elemento humano. El paciente tiene que estar por encima de todo, lo
primero es salvar su vida; eso nos diferencia de otros países. Y en
todo ello nuestra juventud puede ser más influyente.
En el Pleno también estuvo presente José Ramón Fernández,
vicepresidente del Consejo de Ministros.