— España prometió hoy a los
palestinos apoyo para lograr un Estado independiente y pidió a
Israel frenar los asentamientos judíos, aunque compensó esas
críticas con el reciente archivo judicial de un caso por agresión
militar contra Gaza.
Al reunirse en Ramalah con el presidente de la Autoridad Nacional
Palestina (ANP), Mahmoud Abbas, el jefe del gobierno español, José
Luis Rodríguez Zapatero, aseguró que su país va a mojarse con ese
fin durante la presidencia de la Unión Europea (UE) en el primer
semestre de 2010.
Zapatero abogó por una paz justa y viable en el Medio Oriente y
por el reconocimiento del Estado palestino, del que subrayó que el
plazo para ello no puede ser muy largo.
El gobernante ibérico, quien habló en rueda de prensa junto a
Abbas y fue condecorado por éste con la Estrella del Honor, aseguró
que Madrid intentará en la UE que se destraben el proceso de paz del
Medio Oriente y se agilice el reconocimiento de dicha entidad.
Asimismo, repitió a Abbas lo dicho al presidente israelí, Shimon
Peres, en su primera reunión en Jerusalén sobre la necesidad de
detener, congelar, los asentamientos (judíos) en los territorios
palestinos para emprender el diálogo y avanzar hacia la paz.
Sin embargo, los encuentros de Zapatero con Peres y luego con el
primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se realizaron en un
ambiente distendido debido al agradecimiento de Tel Aviv al archivo
por la Audiencia Nacional española de un caso ocurrido en 2002.
La justicia de la nación europea interrumpió en junio pasado un
proceso para juzgar a siete jefes militares israelíes, incluido el
ex ministro de Defensa Benjamín Ben-Eliezer, por el bombardeo a la
Franja de Gaza el 22 de julio de 2002, en el que murieron 14
civiles.
Peres, cuyo gobierno intenta desconocer ahora el debate en el
Consejo de Derechos Humanos de la ONU de un informe que documenta
nuevos crímenes de guerra israelíes en Gaza, encomió las posiciones
adoptadas en las últimas semanas por las autoridades españolas.
Valoró positivamente que se anulara ese trámite ante los
tribunales contra quienes definió como líderes israelíes tanto
civiles como militares que no han hecho sino defender las vidas de
su pueblo, aún cuando quedó demostrado que atacaron impunemente a
civiles.