.— Al menos 40 personas
perdieron la vida hoy en Paquistán como resultado de ataques casi
simultáneos lanzados por insurgentes islamistas contra cuatro
instalaciones policiales en dos ciudades del país.
En Lahore, que este jueves fue escenario de sendas operaciones
comandos bien sincronizadas contra la Agencia de Investigación
Federal y dos centros de entrenamiento policial, se reportan 29
fallecidos.
En los tres casos, un número aún indeterminado de rebeldes
vestidos con uniformes militares atacó las dependencias de las
fuerzas del orden con armas automáticas y granadas.
Según el canal de televisión GeoTV, nueve de los atacantes fueron
abatidos por los policías, quienes tuvieron que lamentar 12 bajas
dentro de sus filas.
Alrededor de ocho civiles murieron en el fuego cruzado, agregó.
Minutos antes de que se iniciaran los ataques en Lahore, un
conductor suicida estrelló un vehículo cargado de explosivos contra
la puerta de una estación de policía en Kohat, al oeste de
Islamabad.
Once personas, incluidos tres agentes del orden, fallecieron en
el lugar de la explosión, mientras que otras 20 resultaron heridas.
Los ataques de este jueves fueron reivindicados por el grupo
fundamentalista Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP), que lucha por
imponer en el país la interpretación literal del compendio de leyes
islámicas o sharia.
Cuatro días atrás, un comando del TTP atacó y tomó rehenes en un
cuartel del ejército en Rawalpindi, a 15 kilómetros de Islamabad,
con saldo de más de 30 muertos.
La organización armada advirtió a principios de octubre que
incrementará los ataques suicidas en protesta por los bombardeos que
realizan aviones teledirigidos de Estados Unidos en las
inmediaciones de la frontera con Afganistán.
También pretende obligar al Ejército paquistaní a detener la
ofensiva militar que mantienen en la zona tribal de Waziristán.