La aplicación de la ciencia y la técnica en función de la
producción de huevos en Cuba posibilitó la recuperación de este
rubro para la alimentación de la población, en medio de la crisis
financiera internacional.
En ello incidió el cambio del sistema de suministro de pienso a
la gallina ponedora, lo cual estabilizó la presencia de posturas en
la red de mercados y comercios.
Maria Segunda Martínez Gutiérrez, ingeniera pecuaria del
Instituto de Ciencia Animal (ICA), autora principal de esta
solución, explicó a la AIN que la innovación consiste en la
utilización de envases de refresco plástico desechable a los que se
le marca el gramaje que deben consumir las aves en función de la
producción.
Explicó que con ello cada gallina come la dosis que realmente
necesita para la puesta cada 24 horas, con la elevación de los
índices productivos por granjas y empresas.
Martínez Gutiérrez, manifestó que por el otro método de
alimentación no se garantizaba el adecuado balance nutricional de la
gallina.
Añadió que también se humaniza la actividad de distribución del
alimento de las mujeres encargadas de su cuidado y atención.
La inventiva tiene un impacto económico de un millón 713 mil 166
pesos y es uno de los seis trabajos reconocidos con el premio mayor
impacto económico/social que otorga anualmente la Asociación
Nacional de Innovadores y Racionalizadotes (ANIR).
Entre las entidades destacadas por la aplicación de la inventiva
está la Granja El Laberinto de Quivicán, con rendimientos superiores
al 80 por ciento de posturas, siendo la de mejor resultado en la
provincia de La Habana.
Directivos del Combinado Avícola Nacional (CAN) generalizan la
experiencia y capacitan a los productores vinculados a la actividad.