Una nueva experiencia para mejorar la ortografía desde tercero y
hasta sexto grado comenzó a implementarse en cinco escuelas
primarias de la provincia de Santiago de Cuba, como parte de la
campaña nacional para eliminar los errores de esta índole.
Julio Vitelio Ruiz, fundador del Centro de Lingüística Aplicada
de esta ciudad (único de su tipo en el país), refirió a la AIN que
en la nueva campaña se utilizarán los mismos métodos y técnicas de
la vacuna Valcuba, que parte de un diagnóstico y finaliza con una
prueba de evaluación de los resultados.
Señaló que el diseño del programa lingüístico será similar a la
citada vacuna, donde se realizarán prácticas ortográficas como las
combinaciones de anagramas, formación de oraciones, repetición de
sonidos y otros juegos idiomáticos que buscan fijar las reglas,
destacó Vitelio.
Recalcó el lingüista que las evaluaciones serán sistemáticas y
medirán la correcta escritura desde 50 y hasta 100 palabras, más y
menos complicadas, en correspondencia con el grado en curso de los
estudiantes, quienes podrán aprenderlas mediante la
contextualización en oraciones y textos variados.
También subrayó que para alcanzar el aprobado -teniendo en cuenta
los requisitos internacionales y la experiencia en el ramo-, el
margen permisible de errores irá desde cero hasta tres faltas como
máximo, lo cual garantiza que al finalizar el proyecto sean
reconocidos los que tengan buena ortografía.
Vital importancia tendrá la destreza y creatividad de los
maestros, auxiliados de la metodología y medios de enseñazas que
puntualicen la correcta escritura y pronunciamiento de las palabras
con mayores dificultades, entre ellos los murales y cuadernos
ortográficos.
Eloína Miyares, Doctora Honoris Causa de la Universidad de
Oriente, también enfrascada en la actividad, destacó que para este
propósito se cuenta con la Segunda Edición del Diccionario Básico
Escolar, distribuido por las bibliotecas de las escuelas primarias
santiagueras en formato impreso y digital.
Aseveró la letrada que el éxito final de la campaña depende en
gran medida de los familiares y de la comunidad, donde se deben
multiplicar los esfuerzos para que cada niño realice un estudio
sistemático de la lengua materna, esencialmente basada en una
correcta expresión oral y una mejor escritura.