En aras de ofrecer a los aficionados un espectáculo superior, el
baloncesto cubano ha fijado las reglas disciplinarias que regirán a
partir de este viernes, cuando comiencen sus principales eventos, el
Torneo Nacional de Ascenso y la I Liga Femenina.
Con ese objetivo, la Comisión Nacional acordó modificaciones en
el Reglamento, analizadas en el congresillo técnico previo a la
liza.
Una de las adiciones está relacionada con los árbitros. Si la
provincia sede del encuentro no puede transportarlos por motivos
administrativos, el delegado del equipo visitante está en la
obligación de hacerlo en el ómnibus de sus atletas.
También es responsabilidad de los delegados que durante la
transportación de los deportistas no se ingieran bebidas
alcohólicas. En el ómnibus tampoco viajarán personas ajenas a la
competencia.
Los jugadores que agredan a otro en el terreno o una vez
finalizado el encuentro, serán suspendidos por un partido. El Comité
Técnico analizará, de ser necesario, una sanción mayor para el
agresor y examinará la posibilidad de que el agredido participe en
el siguiente desafío.
Si algún entrenador, asistente, delegados u otro personal
autorizado a estar en la banca insulta a un árbitro o a los
presentes en la mesa de control, no podrá comparecer al próximo
choque, y si reincide se le duplicará el castigo.
La Comisión Nacional también ha considerado actuar con severidad
en caso de que algún equipo no se esfuerce al máximo por la
victoria, buscando mejores refuerzos para la Liga Superior. La
selección de los baloncestistas que fungirán como refuerzos de
equipos (dos para cada elenco) con vistas a esa segunda fase, se
hará en aras de lograr la mayor equidad.
Los certámenes de las canastas y las cestas tendrán acción como
en el año anterior, divididos en tres regiones: Occidente, Centro y
Oriente, por primera vez al unísono la lid masculina y la femenina,
esta última a manera de debutante.