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El Che nos alumbra con su ejemplo de entrega, de renuncia a la
comodidad personal y a las banalidades de la vida, indicó hoy la
embajadora boliviana en Rusia, Maria Luisa Ramos Urzagaste.
Durante un acto en la misión cubana en esta capital, la
diplomática andina entregó a su similar de la isla, Juan Valdés
Figueroa, una foto de los pies del guerrillero heroico, tomada hace
42 años en Nancahuazú, en el mismo momento en que fue ejecutado.
El Che no logró encender focos, sino que encendió hogueras y
volcanes de amor, solidaridad y de hermandad, afirma una carta de la
embajadora leída en la ceremonia, en la que el grupo infantil
Caramelitos cubanos declamó poesías e interpretó canciones
alegóricas.
Cuando miro esta foto, me genera una serie de sentimientos
encontrados, declaró Ramos Urzagaste en la ceremonia, con motivo de
la muerte del Ché en la Higuera, Bolivia.
La diplomática suramericana consideró una paradoja que la propia
oposición en el Congreso de su país aprobara el programa para el
desarrollo turístico de las llamadas rutas del Ché, quien nunca
necesitó de una aprobación para llevar a cabo su lucha, recordó.
Por su lado, Valdés Figueroa trasmitió un saludo fraternal para
el presidente boliviano, Evo Morales, a través de la persona de la
embajadora.
Un nuevo aniversario de la caída en combate del guerrillero
heroico nos llama a una reflexión a lo interno y cuando pensamos en
él hacemos una búsqueda de la riqueza interior de las personas,
declaró el diplomático cubano.