SANTIAGO DE CUBA.— La singularidad de la cultura brasileña, su
sincretismo religioso, el componente musical y danzario que la
distingue y la identidad que le aportan las raíces africanas y las
tradiciones de más de 200 pueblos indígenas serán vistas durante la
XXX edición del Festival del Caribe el año entrante.
Así consignó a Granma Joao Luis Silva Ferreira, ministro
de Cultura de esa nación sudamericana, quien agradeció que el
principal festival folclórico de Cuba se dedicara al Estado de
Pernambuco en un momento de crucial importancia para las naciones
caribeñas y latinoamericanas.
Silva Ferreira ratificó que los nexos bilaterales se encuentran
al más alto nivel y la tendencia es a reforzarlos, de ahí que a la
próxima versión de la Fiesta del Fuego su país concurra con una
amplia representación de artistas, poetas, escritores y grupos
portadores de las más genuinas tradiciones populares.
En su encuentro con las autoridades de la Casa del Caribe,
institución patrocinadora del festival, dijo que el momento era
ideal para que los pueblos caribeños dialogaran sobre el aporte
indígena y africano a la cultura brasileña, un objetivo que
complementa la rúbrica de acuerdos y el intercambio cultural.
"La matriz africana nos aporta inteligencia, creatividad,
valentía, la viveza de nuestros ritmos musicales, el colorido de
nuestros bailes; mientras que los nativos nos legaron el decoro, la
firmeza para encarar los desafíos como nación", dijo.
Fue categórico al expresar: "Mi país agradecerá eternamente este
gesto; sobre todo en medio del actual contexto, en el que mi
gobierno amplía las posibilidades para las personas de menos
ingresos y encara la reconstrucción del país a partir de sus propios
valores. La política y la economía son expresión directa de la
cultura de los pueblos".