Enaltecer
el papel del maestro y apoyarlo en su quehacer diario devienen
prioridad para el curso escolar que recién comienza. Así lo
patentizaron, durante la Mesa Redonda Informativa, José Ramón
Fernández, vicepresidente del Consejo de Ministros, Miguel Díaz-
Canel, miembro del Buró Político y ministro de Educación Superior, y
Ena Elsa Velázquez, titular de Educación.
Fernández consideró que estábamos en condiciones de realizar un
buen curso, caracterizado por necesarios cambios, pero sobre todo
por el compromiso de maestros y estudiantes. Sobre la preparación de
los nuevos educadores dijo que debían recibir el comentario crítico
pero también el reconocimiento oportuno cuando realizan bien su
trabajo. Y agregó: lo primero que debemos exigir al maestro es el
buen ejemplo ante sus alumnos. Tiene que enseñar educación formal,
exigir el orden, la disciplina, el respeto. Debe ser riguroso, pero
adecuado siempre a lo que enseña en el aula.
Precisó Fernández que todos los alumnos tienen que aprender de
nuestra gloriosa historia para saber defenderla. Debemos crear
conciencia de lo que tenemos, de cuánto ha costado, de lo que
defendemos y el porqué se ha luchado tanto.
En todo este proceso, añadió, el papel de la familia es
imprescindible, y no puede ser sustituido; propugnar la pedagogía
del esfuerzo y la dedicación es imprescindible si queremos salir
adelante.
Sobre este nuevo curso Ena Elsa Velázquez informó que comenzó con
2 190 000 estudiantes. Precisó que la cobertura ha estado favorecida
por la incorporación de 8 600 jubilados y más de 7 000 maestros que
pospusieron la fecha de jubilación, así como la reducción del éxodo
y diferentes soluciones locales. Ponderó el esfuerzo realizado para
que el 84% de las escuelas dañadas por los huracanes ya tengan
abiertas sus puertas, y reconoció a las familias que convirtieron
sus casas en aulas.
La Ministra dijo que el país garantizó los recursos
imprescindibles para el comienzo del curso, en los que se han
invertido más de 40 millones de CUC. Velázquez llamó a cuidarlos
celosamente para prolongar así su vida útil y reducir futuras
inversiones.
La titular explicó que las nuevas transformaciones de la
enseñanza dan respuesta al momento histórico que vive el país, pues
la educación marcha a la par de la vida cotidiana. Entre las
prioridades señaló el aumento de las horas de clases para el
conocimiento de la Historia y el perfeccionamiento del sistema de
evaluación que estimulará aún más el estudio. Sobre la preparación
de los jóvenes maestros dijo que a partir de este curso recibirán
más tiempo de docencia universitaria, pues el éxito de las
transformaciones dependerá de los conocimientos que tengan quienes
guían el aula.
Miguel Díaz-Canel, ministro de Educación Superior, precisó que la
universidad, propugnada por Fidel, es una universidad formadora de
revolucionarios y de patriotas. De ahí la necesidad de ganar en
exigencia y calidad. Consideró que las transformaciones que hoy
asume la enseñanza surgen de insatisfacciones como la preparación
integral de los estudiantes y profesores, la inadecuada estructura
de las Sedes Universitarias Municipales (SUM) y los problemas de
redacción e interpretación detectados en un reciente diagnóstico.
Si se perfecciona la enseñanza precedente, también tiene que
ganar en calidad la Educación Superior. Hoy vamos al rescate de las
vivencias que forman parte del patrimonio universitario de la
Revolución.
Entre las prioridades del nuevo curso están el fortalecimiento
del trabajo político-ideológico y el perfeccionamiento de la calidad
de la enseñanza. Realizar exámenes con rigor en todas las
especialidades, unificar las sedes universitarias municipales,
ofertar las carreras que necesita el país y que la universidad pueda
impartir con calidad, y realizar descuentos ortográficos en exámenes
y trabajos de clase están entre las exigencias.
Informó Díaz-Canel que el país ha tomado la decisión de rescatar
el concepto de incondicionalidad que rigió siempre el Servicio
Social. Si un recién graduado es elegido para formar parte del
claustro universitario tendrá primero que pasar dos años en centros
de producción o servicios antes de enfrentarse a un aula. En ese
periodo el centro docente estará encargado de atender a los jóvenes,
quienes podrán luego llegar al aula con el conocimiento y la
práctica necesarios para ser profesores y no instructores.
En la mejor selección del claustro y en la mayor preparación de
nuestros educadores está la clave para influir aún más en la
formación del graduado universitario, consideró.
Ismael Grullet, secretario general del Sindicato Nacional de la
Educación, la Ciencia y el Deporte, dijo que debemos mantener como
cultura de trabajo el intercambio constante con los protagonistas
del proceso docente y reconocer siempre en cada escuela la abnegada
faena del maestro.