Joao Luiz Silva Ferreira, ministro de Cultura de Brasil, destacó
en la ciudad de Santiago de Cuba que su país y Cuba tienen mucho en
común, pues las raíces africanas están presentes en casi todas las
manifestaciones.
En la música, el baile, la danza, el teatro y hasta en la
culinaria se aprecia una fuerte identidad y, de manera particular,
en el estado de Pernambuco, al cual estará dedicado el XXX Festival
del Caribe, con sede en Santiago de Cuba, en julio del próximo año.
Para esa cita -también dedicada a Curazao- se prevé la
participación de más de 250 personas portadoras de la cultura
brasileña en todas sus vertientes, e investigadores que mucho
aportarán al programa académico del evento.
Durante dos días en la urbe oriental, Joao Luiz Silva Ferreira
hizo un amplio recorrido por instituciones culturales y otros sitios
de interés histórico, patrimonial y religioso.
La Casa de la Música Miguel Matamoros, el Monumento al Cimarrón y
el Santuario de la Virgen de la Caridad, ambos en el poblado de El
Cobre, y el Castillo de San Pedro de la Roca, Patrimonio de la
Humanidad, fueron algunos de los sitios visitados.
Igualmente los Museo 26 de Julio y Granjita Siboney, el Centro
Histórico, una Casa Templo, donde apreció la religiosidad popular, y
además sostuvo un encuentro con especialistas e investigadores de la
Casa del Caribe, que convoca cada año al Festival de esa región
geográfica.
En esa ocasión Orlando Bergés, su director, presentó el proyecto
de la venidera edición, en tanto Carlos Carvalho, director de
Políticas Culturales de la Fundación del Patrimonio Histórico y
Artístico de Pernambuco, brindó una información preliminar de lo que
traerá ese estado.
Durante la despedida, el titular brasileño de cultura disfrutó de
la actuación del grupo La Botija y recibió obsequios como recuerdo,
entre esos libros del investigador Joel James, fundador y director
de la Casa del Caribe, y una colección de música cubana.