.— Estados Unidos cerró hoy Camp
Bucca, su mayor centro carcelario en Iraq, como parte de su
estrategia de entrega a las autoridades del país de miles de
prisioneros, confinados por sus fuerzas desde la invasión del país
en 2003.
Camp Bucca, instalación ubicada en la desértica franja sur de
Iraq, cercana a Kuwait, llegó a confinar hasta 14 mil prisioneros,
por varios meses e incluso años la mayoría, sin cargos en su contra
y con el agravante de no poder contar con el respaldo de abogados.
Algunas de esas personas encarceladas arbitrariamente sufrieron
el suplicio de ser mantenidos en contenedores metálicos.
Un pacto de seguridad firmado el año pasado estableció la
dismunución paulatina del número de centros de detención y
prisioneros estadounidenses en Iraq, y en virtud de ello, según se
anunció, se cumple el cierre de Camp Bucca.
Igualmente, ese tratado de seguridad también estipula la retirada
en 2012 de todas las tropas de Estados Unidos de Iraq, y exige al
país invasor liberar a los presos detenidos arbitrariamente o sin
cargos.
Después de cerrar las puertas de Camp Bucca, unos ocho mil 300
presos siguen en poder de los efectivos estadounidense en otros dos
centros de los alrededores de Bagdad.
Se estima que la transferencia o liberación de detenidos
culminará a principios del próximo año.