.— Los candidatos
presidenciales en Honduras aliados con el golpismo confirmaron su
negativa a aceptar la restitución del hilo constitucional, denuncia
hoy la prensa local al evaluar los resultados de reunión en Costa
Rica.
Ni podían condenar el golpe militar ni aceptar la restitución del
hilo constitucional; por tanto, actuaron en consecuencia, hablando
el mismo idioma del gobierno de facto, advierte el diario Tiempo.
Era "ilógico esperar de ellos una actitud distinta", sentencia el
rotativo.
Los aspirantes a la presidencia, Porfirio Lobo (partido
Nacional), Elvin Santos (Liberal), Felícito Ávila (Democracia
Cristiana) y Bernard Martínez (Innovación y Unidad), antes del
diálogo con el mediador y presidente costarricense, Oscar Arias,
habían anunciado que mantendrían "el mismo idioma".
En contraposición, el periódico destaca la postura del candidato
por Unificación Democrática, César Ham, quien "fue la rueda suelta
en el cónclave de los candidatos presidenciales" con el mandatario
del vecino país.
Ham, aprecia el editorial, "se rehusó a la pantomima de firmar en
ese encuentro con el mediador Arias un documento que, a juicio de su
partido, es insuficiente para devolverle a Honduras su integridad
institucional".
Como saldo de las conversaciones en Costa Rica, los cuatro
políticos suscribieron un documento de apoyo al Acuerdo de San José,
pero negándose a aceptar lo esencial, la restitución del presidente
constitucional, Manuel Zelaya, expone Tiempo.
Reportes de prensa emitidos desde la capital costarricense,
indican que Ham calificó de "hipócritas" a los otros candidatos
presentes en la cita, al acusarlos por "complicidad" con el golpe de
Estado y el consiguiente gobierno de facto que encabeza Roberto
Micheletti.
"Ninguno, apreció Ham, ha asumido un compromiso firme con el
respeto a los derechos humanos, de condena al golpe y de que se
restituya el orden constitucional con la reinstalación del
presidente Zelaya, como lo contempla el Acuerdo de San José".
En Honduras, evaluó, hubo un golpe militar. "Me resisto a vivir
en una dictadura militar en la que la fuerza de las armas suplanta
la voluntad popular", reiteró el dirigente.