Para
conservar la memoria histórica que le pertenece a nuestra literatura
en la identidad nacional de la Isla, ayer tuvo su réplica en
distintos puntos de Ciudad de La Habana, el Primer Festival del
Libro Cubano, organizado por el trascendental escritor Alejo
Carpentier 50 años atrás.
El
Festival del Libro y la Lectura, auspiciado por el Instituto Cubano
del Libro (ICL), la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), la Oficina
del Historiador y la Fundación Alejo Carpentier, tuvo momentos
especiales en el Centro Histórico capitalino.
Pinceladas beisboleras, ventas de títulos, espectáculos
teatrales, un reconocimiento a la brigada artística Marta Machado,
entre otros tantos, atrajeron a un público ya habituado a disfrutar
de las letras como una de sus mejores fiestas.
Y sensitivo fue, sin dudas, un espacio donde el homenaje a
nuestro Héroe Nacional en los alrededores del Parque Central vino de
la mano de conocidos poetas: Carmen Suárez, Imeldo Álvarez, Edel
Morales, Virgilio López Lemus, Víctor Fowler y Carlos Zamora.
Del libro El amor como un himno. Poemas cubanos a José Martí
(editado por el Centro de Estudios Martianos y compilado por Carlos
Zamora y Arnaldo Moreno), se escucharon sugerentes versos. Una
antología que toma al Apóstol como motivo para reunir a muchos
importantes poetas cubanos de todas las tendencias y movimientos
literarios, quienes le escribieron en un periodo comprendido hasta
el año 1995.
Título que vale también por iniciar sus páginas con el poco
conocido poema Adiós, escrito por la cienfueguera Mercedes
Matamoros en 1879 e inédito hasta 1987. Vocación por el Maestro en
un festejo que nos trae de vuelta al autor de El reino de este
mundo.