.— El sello de Oscar
Niemeyer pareció esta noche espacio excepcional para un nuevo
homenaje en Francia al 50 aniversario de la Revolución cubana en
presencia de políticos, diplomáticos e invitados de distintos
países.
La sede del Partido Comunista Francés (PCF), un edificio de
arquitectura postmodernista de Niemeyer, motivó una mención especial
del viceministro cubano de Cultura Fernando Rojas.
Un honor hablar de este entrañable brasileño amigo de los
latinoamericanos, de Cuba y de Fidel Castro en un momento tan
agradable después de disfrutar el encuentro del diario L´Humanité
del PCF con nuestro espacio ALBA, destacó.
Harry Villegas (Pombo), integrante del Comité Central del Partido
Comunista de Cuba y ex compañero de Ernesto Che Guevara también
habló sobre la validez de la Alianza de los Pueblos de Nuestra
América (ALBA) y referirse al tenebroso Plan Cóndor del pasado.
Ambos miembros de la delegación de la isla de visita en Francia
subrayaron que por ahora las promesas de cambio del presidente
estadounidense, Barack Obama, se reducen a los discursos, mientras
sigue el bloqueo contra Cuba, y se quieren abrir bases militares.
Otras intervenciones de la velada corrieron a cargo de los
embajadores aquí de Bolivia, Luzmila Carpio, y Venezuela, Jesús
Arnaldo Pérez.
En las palabras de clausura del acto que contó con la presencia
de la senadora del departamento de Seine-Saint Denis Eliane Assassi,
el director de Relaciones Internacionales del PCF, Jacques Fath,
encomió la resistencia de la mayor de las Antillas.
Hablamos de una Revolución viva y en pleno movimiento, símbolo y
ejemplo no sólo para América Latina, sino para la comunidad
internacional. Con páginas tan hermosas como la proeza de haber
sacado el apartheid de África, apuntó.
Fath subrayó que el ALBA reafirma hoy los caminos de progreso de
la región gracias a la generosidad de Cuba, a pesar del ilegal,
peligroso y estúpido bloqueo económico de Washington, y de su
tozudez de mantener encarcelados a
cinco luchadores antiterroristas.
Gerardo Hernández,
Antonio Guerrero,
René González,
Ramón Labañino y
Fernando González cumplieron recientemente 11 años de
injusta prisión en Estados Unidos por monitorear actividades
terroristas de exiliados anticubanos de extrema derecha radicados en
Miami, Florida.