. — El presidente Evo
Morales favoreció hoy la inversión extranjera en Bolivia, pero
advirtió que las empresas públicas o privadas interesadas en el
mercado del país andino deberán respetar las reglas de juego
establecidas.
Durante un encuentro organizado por el Foro Nueva Economía, el
mandatario dio la bienvenida a todos aquellos consorcios que quieran
hacer negocios, pero aclaró que su gobierno busca socios y no
patronos o dueños para explotar los recursos naturales.
El gobernante, quien inició este lunes su primera visita oficial
a España como jefe de Estado, destacó las buenas relaciones que
mantiene su administración con compañías como Repsol YPF, con cuyo
titular, Antonio Brufau, se reunión en la jornada.
Tras décadas de saqueo siguen apareciendo riquezas naturales,
pero las empresas interesadas en convertirse en nuestros socios
deben acatar las normas del país, insistió Morales.
Denunció que las autoridades de la nación suramericana han
descubierto a firmas conspirando contra el gobierno de La Paz,
financiando a opositores.
Lamentó, incluso, afirmaciones de ciertos hombres de negocios,
según los cuales han estudiado para dominar a los indios y que no
aceptan a un indígena como presidente, desveló.
Admitió que Bolivia necesita inversión, socios para cambiar el
país, una transformación que, subrayó, comenzó con la
nacionalización de los hidrocarburos puesta en marcha durante su
gestión para revertir los beneficios directamente en el pueblo.
De lo que se trata es de saldar una deuda histórica para ayudar a
quienes menos tienen, priorizar la inversión para llevarla a los
sectores más desfavorecidos por décadas de neoliberalismo económico,
enfatizó el estadista aimara.
En esa línea reivindicó la lucha de sus antepasados por la
búsqueda de derechos para las comunidades aborígenes y la
recuperación de su territorio, un sector que, remarcó, no es
excluyente ni marginador.
Buscamos otra forma de convivencia, de igualdad en Bolivia y la
política es la mejor ciencia para servir al pueblo, apuntó.
Como lo hizo la víspera en un multitudinario acto popular,
Morales resaltó el superávit fiscal logrado por su administración en
los últimos tres años, así como el crecimiento en las reservas
internacionales.
Criticó también la situación en que se encuentran los inmigrantes
latinoamericanos en España y en toda Europa, y evocó que sus
antepasados nunca declararon ilegales a los españoles que llegaban
al continente americano.
A su juicio, la causa de la inmigración ilegal está en las
profundas asimetrías económicas y sociales existentes entre un mundo
altamente industrializado y otro subdesarrollado.
Reiteró su condena de ayer a la instalación de bases militares en
América Latina, acción que consideró un pretexto de Estados Unidos
para controlar los recursos naturales de la región y no para
combatir el narcotráfico como algunos defienden.
El presidente boliviano anticipó que en su encuentro de mañana
con el jefe del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero,
pedirá el apoyo del país ibérico para impedir el establecimiento de
estos enclaves norteamericanos en Latinoamérica.